viernes, 28 de septiembre de 2018







¡¡ PRESENTAMOS NUESTRA BIOGRAFÍA Nº 38 !!



Christine de Pizan (1364, Venecia; 1430, Poissy) fue no sólo la primera mujer que puede ser considerada como una escritora profesional sino que hizo de la reflexión y la escritura, un sustento para su familia y un ariete para la defensa de las mujeres. Nacida en el otoño de la Edad Media, su vida se desenvuelve en la Corte de Francia, donde consigue hacerse respetar por sus méritos como autora. Su libro La ciudad de las damas abre un debate denominado la "querella de las mujeres" que se extiende desde el siglo XIV al XVII y en el que las mujeres cuestionan la visión denigratoria, heredera de Aristóteles, que de ellas tiene los hombres cultos de la época. 

DE...

 LAURA PEREIRA DOMÍNGUEZ

Laura Pereira Domínguez es investigadora pre-doctoral en la Universidad de Santiago de Compostela. Licenciada en Filología Hispánica, cursó un máster en Estudios de la Literatura y de la Cultura. Actualmente, está elaborando su tesis doctoral sobre las funciones de la gestualidad de personajes femeninos, protagonistas de ficciones ejemplares del siglo XV. Como investigadora, ha pasado breves períodos en diferentes universidades como Stanford University o la Université de Genève. Como docente, ha enseñado Teoría de la Literatura, Literatura comparada y Cultura digital, campos sobre los que ha trabajado y de los que ha compartido resultados en congresos y publicaciones. 


SERÁ EL JUEVES...




A LAS 19:30H y SERÁ EN...


Calle Unión, 4 - Madrid
















PRÓXIMA TERTULIA LITERARIA








COMENTAREMOS EL LIBRO

Con el fin de encontrar un poco de luz, o de hacer un análisis lo más lúcido posible de lo que  sucede  en este desnortado siglo XXI, vamos a leer para la próxima tertulia un ensayo de Calasso: La actualidad innombrable, a ver si conseguimos entender hacia dónde se dirige la humanidad y por qué se haya en este punto. 
NATALIA VELASCO
Coordinadora de la tertulia


“El mundo actual ha alcanzado la etapa definitiva de la sociedad secular, aquella que solo confía en la sociedad misma. El Homo saecularis acepta reglas pero no preceptos, procedimientos pero no convicciones. Se siente humanista y practica una religión sin divinidad, basada en el altruismo, sin relación con lo invisible. ¿Por qué, entonces, irrumpe una forma de terrorismo que consiste en matanzas aleatorias, en las que las víctimas pueden ser cualesquiera con tal de que sean lo más numerosas posible? Acaso porque, en un mundo como el actual, solo el asesinato ofrece una garantía de significado. El enemigo del terrorista islámico, así, es el cuerpo de la sociedad secular entero”. (Editorial Anagrama).

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 Foto © Maria Teresa Slanzi


“Roberto Calasso (Florencia, 1941) reside en Milán. Es presidente y director literario de Adelphi, una de las editoriales de mayor prestigio internacional. En Anagrama ha publicado los ensayos recogidos en Los cuarenta y nueve escalones, La literatura y los dioses y los textos de Cien cartas a un desconocido, así como y, en especial, La ruina de Kasch, Las bodas de Cadmo y Harmonía, Ka, K. y ahora El rosa TiepoloLa Folie de Baudelaire y El ardor, que forman parte de un work in progress de libros independientes, y que son una de las mayores empresas literarias de nuestro tiempo y ratifican el diagnóstico de Leonardo Sciascia: «Sus obras están llamadas a no morir. Calasso es uno de los pocos escritores de raza que tenemos». Asimismo ha publicado también en Anagrama los valiosísimos ensayos Los cuarenta y nueve escalonesLa literatura y los diosesCien cartas a un desconocido y La marca del editor”. (Editorial Anagrama).


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ENTREGA DE LA BECA DE ESTUDIOS AMMU
CURSO 2018-2019



El pasado día 15 de septiembre AMMU hizo entrega de su BECA DE ESTUDIOS 2018-2019 a Rosario Ekenma Jubilin, candidata seleccionada en la Asamblea General del pasado junio, por su excelencia académica.

 Isabel Bandrés, Rosario Ekenma y María Luisa Maillard


Susi Trillo, Rosario Ekenma y María Luisa Maillard

Ara Serrano de Haro, Rosario Ekenma y María Luisa Maillard


¡ENHORABUENA, ROSARIO!











CUANDO NADA ENTUSIASMA
POR LIDIA ANDINO 




¿Qué deben estudiar nuestros hijos? Es una pregunta que se hacen actualmente los padres dada la diversidad de la oferta en la formación educativa. Estamos inmersos en una serie de opciones a cual más atractiva y que cuenta en la mayoría de los casos con sólidas argumentaciones en favor de su elección. Cómo negar la necesidad imperiosa de estudiar inglés, un idioma en el que se resuelven la mayoría de las relaciones comerciales, económicas, en los ámbitos internaciones. Quién se anima a decir sólo una palabra en contra de estudiar informática, tratándose de una herramienta que se ha vuelto imprescindible en toda clase de ámbitos. Y dado que somos europeos por qué no estudiar también alemán, francés, italiano, complementándolo con contabilidad, piano, karate... Y así, sucesivamente.

El problema de decidir qué estudiar, de cómo formarse para enfrentar la vida, parece pasar así por los contenidos. Pero las cosas no son tan sencillas. Muchos jóvenes no logran interesarse o sentirse atraídos hacia ninguna de las formaciones que se ofertan, nada les convence ni les seduce suficientemente y si la encuentran no pueden luego sostener sus objetivos. Se percibe entonces que falla en ellos algo más básico, anterior a la tarea de elegir: se encuentran apáticos, desmotivados, sin entusiasmo, incluso algunos de ellos no pueden tomar una decisión porque la idea de estudiar les despierta sensaciones de encierro, agobio o aburrimiento.

En general presentan poca vitalidad, todo les parece que requiere de un esfuerzo inasumible, se refugian en los videojuegos y suelen llevar vidas grises que se desarrollan frecuentemente sin haber tenido que afrontar situaciones adversas; cuando la realidad se les presenta "demasiado intensa" la crisis de pánico puede estar ya en la puerta.

La desconexión emocional de estos jóvenes es una de las problemáticas más intensas en la actualidad y en esto influye también la actitud de algunos padres a los que nunca se les ve un brillo en la mirada frente a las páginas de un libro entre sus manos, ni se les descubre interés por saber algo que desconocen, ni reconocen la fecundidad de algún error; es decir, circulan por la vida y las relaciones como si crecer no fuera con ellos.

En el caso de la educación, el aprendizaje, la formación en general, si bien -como decíamos anteriormente- se necesitan unos programas donde figuren las principales temáticas de las diferentes áreas del saber, éstas no significarían nada sin el deseo de saber, una de las pocas opciones de libertad en el mundo que nos ha tocado vivir.

No hay deseo sin producción, ni producción sin deseo.

Y si usted mismo, querido lector, siente no tener deseo de saber, no se preocupe, trabaje; el deseo de saber no es genético, se produce.

LIDIA ANDINO TRIONE
PSCIOANALISTA





POR A. PILAR RUBIO LÓPEZ





Svetlana Alexiévich (Stanislav, Ucrania soviética,1948), Premio Nobel de Literatura (2015) por su obra polifónica, es una mujer comprometida con las personas que sufren, a las que ha querido dar voz; por eso, entre sus obras destacan La guerra no tiene rostro de mujer y Voces de Chernóbil.

Alexiévich ha recibido otros galardones, entre los que destacan: el Premio Herder de Austria (1999), el Premio Nacional del Círculo de Estados Unidos (2006), el Premio Médicis de Ensayo en Francia (2013) y el Premio de la Paz de los libreros alemanes (2013).

En La guerra no tiene rostro de mujer, Svetlana narra una historia jamás contada: la de las mujeres que combatieron en el Ejército Rojo durante la Segunda Guerra Mundial.

El libro reúne los testimonios de cientos de mujeres -las alistadas suman casi un millón- francotiradoras, enfermeras, aviadoras, administrativas, cocineras, conductoras de tanques… que fueron protagonistas de la guerra. Mujeres que no quieren recordar ni sienten euforia al hacerlo, al contrario que muchos hombres, pues las lágrimas inundan sus ojos por tanta crueldad.

En esta obra los protagonistas no son los hombres, por eso no es un relato de la guerra ni de los combates. En principio, las mujeres no querían colaborar para dar su testimonio, pues ninguna se sentía orgullosa de su participación, pero cada una se dejó convencer por Svetlana para tejer un relato que dejase constancia del miedo, de la ansiedad, del hambre, del frío… y también del amor y de la esperanza, pues nunca hubo una música más dulce -gracias a la sensibilidad de las mujeres-en aquella partitura tan cruel y estremecedora como la de la Segunda Guerra Mundial.

La autora pudo reescribir la obra en el año 2002 incluyendo fragmentos que fueron tachados por la censura y hechos que no se atrevió a narrar en la primera versión.

La conclusión más importante de este magnífico legado de Svetlana es la comprensión y la esperanza del alma femenina, así como la coquetería y el deseo de vivir y de amar de aquellas aguerridas mujeres.
A.PILAR RUBIO LÓPEZ



 SVETLANA ALEXIÉVICH
Fotografía de Isolde Ohlbaum/laif/Redux (THE NEW YORKER)









POR A. PILAR RUBIO LÓPEZ


EXPOSICIÓN: PALABRAS SUSPENDIDAS
EN: CASA ÁRABE, MADRID


Casa Árabe exhibe en estos días la exposición Palabras Suspendidas, de la artista Elisabeth Bolza.

La autora, (Stuttgart, 1968), de ascendencia italiana y húngara, pone de manifiesto en la muestra la búsqueda y el diálogo de valores y tradiciones entre Oriente y Occidente.

Bolza estudió arte y diseño en Florencia y después viajó a Sevilla, donde estableció su residencia. Impactada por la tragedia del 11 de Septiembre en Nueva York, decidió estudiar la lengua árabe y familiarizarse con su cultura, comprometiéndose en la búsqueda personal de valores universales en el campo del arte y de la poesía.

En 2017 Bolza fue nominada al V&A Jameel Prize. Asimismo, realizó una exposición en la Cámara de Comercio Árabo-británica de Londres y fue la primera artista occidental que realizó una exposición individual en el Museo Nacional de Bahréin (2018). Una selección de aquella muestra es Palabras Suspendidas.





La obra de Bolza es conocida a nivel internacional pues forma parte de colecciones públicas y privadas de Europa, Países árabes, Estados Unidos, Australia, India y Sudeste asiático.

Volviendo a la exposición, Palabras Suspendidas recupera la tradición del manuscrito iluminado y, en forma de collage, la artista combina la caligrafía árabe con el oro y el estuco, la tinta china y el dibujo, como estableciendo un diálogo entre las antiguas formas del arte islámico y los nuevos materiales. Según la autora, la caligrafía árabe le da una libertad que no ha encontrado en otros idiomas.



A medida que se avanza por la exposición, se aprecia la intencionalidad de Elisabeth Bolza: combinar la poesía árabe y persa con las artes decorativas y el collage, haciendo referencia a la arquitectura islámica y mudéjar y a los manuscritos y miniaturas medievales. El título Palabras Suspendidas hace referencia a las odas o poemas suspendidos preislámicos y también a la idea de la suspensión del diálogo crítico entre Oriente y Occidente.



Es indudable que Bolza quiere rendir un homenaje a aquellas comunidades de culturas en la que artistas, filósofos y poetas convivieron respetando su pluralidad y también quiere enviar un mensaje de reconciliación, tras la fractura mundial del 11-S, en un intento de revitalizar los valores universales compartidos.

A. PILAR RUBIO LÓPEZ

Palabras Suspendidas se exhibe en:
CASA ÁRABE
Sala de Columnas
C/ Alcalá, 62 - MADRID
(Desde el 19 de septiembre hasta el 4 de noviembre de 2018)











FEDRA

Los mitos tienen la capacidad de revelarnos un aspecto esencial de la vida humana y, por ello, sus creaciones mantienen la vigencia a través de los siglos y las modas literarias. Fedra, la tragedia de Eurípides, ocupa un lugar destacado entre los mitos clásicos. El argumento de la obra primigenia es sencillo, aunque sujeto a múltiples interpretaciones. Fedra, esposa de Teseo, bajo los designios de la diosa Afrodita, arde de pasión por Hipólito el hijo de su marido con su primera esposa, la amazona Antíope. Hipólito es un joven casto, seguidor de la diosa Artemis y que detesta a las mujeres. Esta pasión desencadena la tragedia. Al verse rechazada a través de la nodriza, quien ha comunicado al hijastro sus deseos, Fedra se suicida, culpando en una tablilla a Hipólito, quien es condenado al exilio por su padre y muere destrozado por un carro. Ante el cadáver de su hijo, Artemis confiesa la verdad a Teseo.

Séneca, Racine y Unamuno, entre los autores más destacados, han versionado esta obra mítica, introduciendo en ella leves variantes, quizá la más destacada sea la de Unamuno, quien sitúa el personaje de Fedra en el camino del cristianismo mediante el esquema: deseo, culpa, expiación y redención, y evita la muerte de Hipólito. Racine sustituye la lucha infructuosa del hombre frente a su destino por la lucha entre razón y pasión, situando tanto a Teseo como a Fedra del lado de la pasión. Esta versión de Paco Becerra, en estrecha colaboración con el director, Luis Luque, se aproxima más a la versión de Séneca en su estructura y desenlace, al hacer que Fedra confiese su amor a Hipólito—según la primera versión de Eurípides, hoy desaparecida—, al dar mayor protagonismo a la nodriza, y hacer que Fedra confiese su culpa y se suicide ante el cadáver de Hipólito.

Pero Paco Becerra va más allá. Quiere reivindicar el personaje de Fedra, haciendo de ella una mujer combativa, que lucha por lo que quiere y que según sus propias palabras "se atreve a amar". Nos propone:"Entender las razones de su corazón para aprender a respetarnos y, de esta manera, mejor amarnos". Una excelente Lolita Flores, comedida en su desgarro, a veces tierna, siempre poderosa, lleva adelante este propósito del autor, en una defensa del derecho de la mujer, a ser ella misma, a no mentir y a enfrentarse a su pasión, declarando su amor a Hipólito. El deseo y la verdad de ese deseo que la hace ser ella misma, es la reivindicación del personaje, con algunas concesiones a la mentalidad actual, como que en un parlamento culpe a los hombres de seguir su deseo, mientras las mujeres no pueden hacerlo, y en otro los argumentos de su hijo Acamonte sitúen en el mismo rasero, el tabú del incesto y la destrucción del reino, con el prejuicio de que Hipólito sea veinte años más joven que Fedra.

Al verse rechazada, Fedra culpa a Hipólito ante su marido, aconsejada por la nodriza, quien insiste en que es su única opción para salvar su vida. Hipólito es condenado al exilio por su padre y muere en el mar. Ante su cadáver, Fedra confiesa a Teseo la verdad, en un largo parlamento contra el amor "El amor habría que aniquilarlo", "El amor es una desgracia y a los que amamos, a los amantes, habría que encerrarnos bajo llave porque somos enfermos". El amor, Afrodita, vuelve por sus fueros para dirigir el destino de los humanos; pero en una forma de catharsis tan contradictoria, como lo es la mentalidad del mundo actual, y es que los dioses, hoy en día, se encuentran algo confusos.

El resto del elenco está a la altura de un texto que mantiene el pulso dramático, muy bien arropado por una acertada escenografía de Mónica Boromello, donde una gruta metafórica late como un corazón y refleja mediante los efectos lumínicos y sonoros, a cargo de Juan Gómez Cornejo y Mariano Marín, los ambientes y el estado de ánimo de los personajes.

MARÍA LUISA MAILLARD






La directora Chloé Zhao abre su película con un primer plano de una gran herida que tiene en la cabeza Brady, un joven jinete de rodeo que vive en Dakota del Sur. Es sobre esa herida, metáfora de la herida interior, sobre la que nos hablará esta excelente directora nacida en Pekín, formada en Gran Bretaña e instalada en Estados Unidos. El tema pude parecer tópico: una joven estrella del rodeo, o de cualquier deporte, se ve obligada a dejar su oficio después de tener un gravísimo accidente. La trama, en este tipo de historias, puede y suele ser un amasijo de sensiblería y vulgaridad dirigida a conmover de manera manipuladora y tramposa al espectador. Sin embargo, en The rider, la directora hace un ejercicio de honestidad y austeridad que proporciona a la narración, que roza el documental, una hondura y elegancia muy notables.

Brady es un joven que apenas ha rebasado la veintena y cuya vida gira en su totalidad alrededor de los rodeos y de la doma, que ve cómo sus proyectos y deseos se ven truncados por un grave accidente. “No siempre se cumplen nuestros sueños”, le dice su padre, pero a él le resulta difícil abandonarlos. Y de eso va está película llena de poesía y humanidad: del duelo de tener que abandonar un proyecto de vida, un deseo intimo que es el motor que da contenido al día a día, de tener que renunciar a la emoción de la épica para quedarse con los días monótonos e insustanciales de un trabajo repetitivo y prosaico.

Brady es un vaquero. Lo suyo no es ejercer el trabajo de un vaquero, él es un vaquero. Es su identidad. No sólo ha vivido siempre en el ambiente del western si no que lo ha asumido como propio. Brady se enfrenta a una profunda herida interior, la de tener que renunciar a una identidad querida y elegida. Vemos como poco a poco la herida de su cabeza va cicatrizando, mientras que el desgarro interior se hace cada vez más elocuente. “No quiero ser como tú” le espeta desesperado a su padre.

No es una película bonita, es hermosa. La magnífica fotografía de los paisajes casi desérticos de Dakota, el viento entre los matorrales, los caballos como parte del paisaje, la lluvia, el modesto rancho, los humildes objetos… No son sólo elementos poderosos visualmente, sino que trascienden la narración dotándola de un poesía y una emoción austera y auténtica que llegan al corazón del espectador.

Los amigos y la familia que acompañan a Brody en este difícil viaje interior son gentes sencillas y rudas que, pese a sus graves problemas físicos, sociales y económicos se reafirman en la vida del rodeo y sus valores, manteniendo vivo un mundo condenado a la extinción. Personajes rotos desde el comienzo de sus vidas y que la directora huye de la nefasta costumbre de idealizar, lo cual se agradece. La autenticidad es la gran virtud de esta película que nos traslada una emoción intima y profunda.

La actuación del no actor Brady Jandreau así como el de su propia familia en la vida real, su hermana y su padre son magnificas. Parece ser que la historia está basada en hechos reales. Hay que destacar el trabajo del director de fotografía, Joshua James Richards, quien oxigena y enriquece  una historia intimista.

Esta pequeña joya llega al corazón del espectador y es muy recomendable. Sin embargo, hay que advertir que es lenta y austera por lo que los amantes de las prisas y alborotos varios pueden sentirse defraudados. Si no entran en esa categoría, no se la pierdan.

ISABEL BANDRÉS



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Una española, Laura (magnífica Penélope Cruz), afincada en Argentina, vuelve con sus dos hijos al pueblo natal para la celebración de la boda de su hermana. Toda su familia y vecinos participan de la fiesta del enlace en un lugar indeterminado del centro de España. Al término de los festejos, la hija de la protagonista desaparece sin dejar rastro.

El director iraní Asghar Farhadi deseaba rodar en España. Hace algunos años viajó a nuestro país con su familia y vieron algo que les conmovió: la foto de una niña desaparecida pegada a una farola. Años más tarde, con esa anécdota en la cabeza, volvió y tras conocer nuestras costumbres y forma de ser rodó la película que, como ya nos tiene acostumbrados, trata, una vez más, de la vida familiar y de cómo las apariencias ocultan la realidad.

La narración se abre con la felicidad de la vuelta de Laura y sus hijos a sus raíces y con la alegre bienvenida, y la dicha de vecinos y familiares por el reencuentro. Su vida parece envidiable: madre de dos hijos sanos, esposa de un potentado y exitoso marido argentino, y su carácter alegre y risueño parecen confirmarlo. Aunque pronto la fachada perfecta mostrará alguna pequeña grieta: ausencia del marido, pequeñas pullas envidiosas de algún pariente o vecino… Nada trascendente hasta que, tras la desaparición de su hija, la realidad subyacente de las relaciones familiares y sociales sale a flote: mentiras, resentimientos, antiguas ofensas, envidias, odio entre clases sociales y un pasado que no termina de finiquitar y desemboca en la  descomposición familiar… En fin, que nada es lo que parece.

Farhdi mezcla el thriller y el melodrama para contarnos esta historia. Su pulso es admirable porque hay momentos en que parece que va a desbarrar quedándose en un dramón lacrimógeno y facilón de cine de sobremesa. Pero no, recoge velas, gira e intenta volver al buen camino. Todos lo saben es una buena película, pero estos fallos de unión, esa falta de desarrollo de algunos personajes y las ausencias del ritmo narrativo le hacen perder bastantes quilates dejándola lejos de sus trabajos anteriores, las oscarizadas Nader y Simin, una separación (2011) y El viajante (2016). Por ejemplo, no se entiende por qué “los malos” están apenas desarrollados a lo largo del filme y por qué se demora en algunas escenas (el dolor de Laura, las repetitivas charlas con la familia y con el ex policía) para luego precipitar el final, como si estuviese deseoso de terminarla.

Lo que realmente brilla en este irregular filme es la labor de todos los actores. Destacando sobre todos ellos, una excelente Penélope Cruz en el papel de madre doliente, Imna Cuesta que brilla con luz propia, la mirada de Elvira Mínguez y un Javier Bardem que representa la parte ética y lo que hay que hacer y lo que cuesta exonerar culpas y poder mirarse al espejo todas las mañanas sin mentirse y ni avergonzarse. El papel peor diseñado es el de Alejandro (un Ricardo Darín desaprovechado) con ese casi delirio religioso que lo hace poco creíble.

Resumiendo, una película que capta la atención del público y que se sigue con gusto aunque aquí y allá le falten o le sobren algunos elementos. Un buen  filme lejos de la excelencia de “Nader y Semín, una separación” .

ISABEL BANDRÉS


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¿SABÍAS QUE QUIENES DECIDEN LO QUE 

PONEN EN LA TELEVISIÓN SON LOS 

AUDÍMETROS INSTALADOS EN TAN SÓLO

 4.625 HOGARES ESPAÑOLES? 





A los que tienen un audímetro en su casa se les llama “panelistas”. La relación entre el hogar y el audímetro se realiza mediante un mando a distancia. A cada persona se le asigna una letra en un botón que debe pulsar cada vez que enciende o apaga el televisor. Además, si hay invitados en la casa viendo la televisión, debe reseñarlo.

"Pongo que una o dos personas están viendo la tele y no lo cambio en todo el día", confiesa el dueño de un audímetro desde hace tres años. “No le haces mucho caso. Nunca pongo si hay invitados en casa", apunta otro, que lo tiene hace dos años y medio.

A Kantar Media llaman personas que quiere tener un audímetro. No pueden. La Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), que es la empresa que audita a Kantar Media, es la que determina quién debe ser panelista en función de los datos del censo.

Durante las 24 horas del día, los audímetros registran todos los cambios que se han ido produciendo en los distintos televisores del hogar, hasta que, cada madrugada, llama al ordenador central de Kantar Media y vuelca toda la información almacenada. "Cuando me lo instalaron tenía un televisor. Ahora tengo dos. Debería haber llamado para que vinieran a instalar el audímetro, pero he pasado, es un rollo", dice el dueño del audímetro desde hace tres años.


Audímetro. Foto de Sergio González.


Desde Kantar Media defienden que su sistema de medición es "transparente" y "fiable" y explican que además del "control permanente de la AIMC" cuentan con un comité de usuarios y el consejo de control, "creados de forma consensuada por el mercado, donde están representados todos los actores del sector.  Cuya existencia y función garantiza el control y transparencia de la medición". A los panelistas no se les paga. Reciben puntos para canjear por regalos.

Algunos panelistas opinan que es “una gran mentira. La idea es buena, pero el sistema se pervierte". Argumentan sus respuestas: "En mi casa éramos mi mujer, yo y un niño. Pero necesitaban una casa con cinco personas: una de bastante edad y otro joven. El comercial nos dijo que no pasaba nada. Que pondría que sí cumplíamos el perfil y nos dejó una hoja con lo que debíamos decir cuando nos llamaran de Kantar para controlarnos", desvela el propietario de uno de los audímetros.


Mando del Audímetro. Foto de Sergio González.


"Sí jugueteo. Pongo que un telediario lo ve mucha gente y cuando veo otra cadena pongo sólo una persona", apunta el mismo panelista. "A mí me gusta el baloncesto, y siempre le doy audiencia", añade. "Sí hago trampa. Si el programa me gusta, pongo más gente. Si no, menos. Te sientes con el poder y te lo venden un poco así: 'ten en cuenta que tienes un poder, tu muestra es importante...'", explica.

También, claro está, hay panelistas que cumplen escrupulosamente con los que se les pide. "No tuve que falsear nada, y procuro poner siempre las personas exactas que hay viendo la televisión", comentó otro panelista consultado por un periódico.

La empresa Kantar Media, antes conocida como Sofres, mide los datos de audiencia en España desde 1992. Antes existían dos empresas, pero el sector apostó por una sola, porque, en base a la audiencia, se fija la inversión publicitaria. La decisión de un panelista equivale a, aproximadamente, 3.600 personas. Si en un hogar indican que hay siete personas, supone más de 25.000 espectadores. Cada décima de 'share' cuenta, ¡y de qué manera! Un punto de audiencia puede suponer en torno a 7,6 millones de euros en inversión publicitaria. Aunque el sector admite que "hoy no existe un sistema mejor y es que han aceptado todos los actores", sí creen que debería haber más hogares con audímetro.

CARMEN MENDÍVIL


REPARTO DE AUDÍMETROS EN ESPAÑA










LAURA DOGGETT





PARA ESCUCHAR A LAURA DOGGETT











EL MONO LOCO 
ISABEL BANDRÉS

Czeslawa Kwoka era una adolescente polaca, católica y huérfana de padre. Su gran pecado fue nacer y vivir en una zona rural polaca que los nazis querían repoblar con alemanes. Fue internada junto a su madre y otros vecinos en Auschwitz. Muere el 12 de marzo de 1943 tras serle inyectado fenol en el corazón. Cuatro años más tarde las tropas rusas entran en Alemanía. La escritora Svetlana Alesksiévich escribe en su libro “La cara femenina de la guerra” la confesión de un soldado ruso: “Éramos jóvenes, fuertes y llevábamos cuatros años sin mujeres. Probábamos a pescar mujeres alemanas… Y diez hombres violamos a una chica… Creíamos que era divertido. No puedo entender cómo pudimos hacerlo. Pero aquel hombre era yo”. Se calcula que las tropas aliadas, especialmente las rusas, violaron a más de dos millones de mujeres alemanas.

El dos de septiembre de 2015, apareció en una playa de Turquía el cadáver de Aylan Kurdi, un niño de apenas tres años que huía con su familia de los horrores de Siria. Junto a él murieron su madre y su único hermano, Ghalby. Sólo sobrevivió un padre que no sabía cómo rehacer su vida y decidió volver a su país.

En el verano de 2018, miles de venezolanos salieron de su país hacia no se sabe muy bien dónde. Huían del hambre, de la falta de medicamentos… La crisis humanitaria es de tal magnitud que desde 2014 se calcula que han huido del país entre tres y cuatro millones ciudadanos buscando refugio, sobre todo, en los países vecinos. Mientras, en Nicaragua la población llena las calles con manifestaciones contra Ortega para protestar por unas condiciones de vida miserables y por la falta de libertades. La represión de los manifestantes tiene como resultado trescientos muertos y multitud de heridos, según la Comisión Nicaragüense pro Derechos Humanos. Ortega se niega a celebrar elecciones libres.

Durante esas mismas fechas, 1.174 menores fueron separados de sus padres inmigrantes latinos en el sur de Texas. Los niños, todos menores de edad y una gran mayoría entre tres y cinco años, fueron internados en almacenes con altas vallas metálicas a la espera de que se resuelva la situación legal de los padres.

Mientras tanto, en el otro lado del mundo, los rohingaya, etnia de origen bengalí y de religión musulmana, asentada en Birmania, son perseguidos no sólo por el gobierno birmano, si no sobre todo, por el budismo. Miles de budistas salieron a las calles para pedir que se les privase de todos sus derechos. El pueblo rohingaya abandonó el país dejando todas sus posesiones y terminando en los campos de concentración al sur de Siam, en la frontera con Malasia, donde mueren de inanición, frio y torturas a manos de los policías.

Los ejemplos de violencia humana del pasado y del presente son innumerables. Y es que desde que un mono se puso a caminar erecto sobre sus pies, perdió pelo y empezó a repoblar el mundo pasó sus días combinando el placer de pintar las paredes de su cueva e inventar la rueda con el regodeo de machacar el cráneo del vecino, robarle su caza y quemar sus campos. Y así seguimos. Ahora  descubrimos nuevas medicinas, inventamos nuevas energías y elevamos edificios inteligentes, mientras dejamos caer misiles laser sobre los yemeníes y arrasamos con ingeniería financiara — hace diez años de la quiebra de Lehman Brothers—, el bienestar de millones de personas.

¿Todo sigue igual que hace miles de años? La pulsión de vida y de muerte, parece que sí. De vez en cuando ese mono salvaje que subyace en todos nosotros toma las riendas y como un tornado incontrolable arrasa con todo lo que nos humaniza en nombre de la religión, la justicia, la ideología, el bien de la nación, del pueblo… Ah, las grandes palabras que tanta muerte tapan. 

ISABEL BANDRÉS









CARTA DE NUESTRA PRESIDENTA DEL GWI  GEETA DESAI






Estimada familia:

Estoy encantada de compartir algunas buenas noticias con vosotras.

La declaración de GWI en la 39 Sesión del CONSEJO DE DERECHOS HUMANOS sobre las niñas viudas, ha sido aceptada para su publicación por la red de informes de las Naciones Unidas para la mujer (WUNRN).



Esto es un testimonio por el hecho de que en los 2 últimos años y medio GWI ha ido aumentando su perfil dentro de las Comunidades Internacionales y con Agencias de la ONU, y está siendo reconocida como una de las principales defensoras de mujeres y niñas en todo el mundo.

Esta aceptación de nuestro trabajo, es así mismo una evidencia por el hecho de que GWI durante los últimos dos años ha desarrollado una competencia central en la identificación, investigación y defensa, que el Consejo de Derecho Humanos en Ginebra dirige los casos más importantes que se relacionan con la Educación de mujeres y niñas.

Nuestro agradecimiento se dirige a Stacy Dry Lara, nuestra directora ejecutiva y a Hazel Bowen, nuestra VP en Orientación y. Educación.

Una ventaja clara de ser publicado por WUNRN , es que nuestras posiciones de defensa se transmiten en todo el mundo , porque los programas de dicho organismo .son respetados como uno de los servicios de Género más activos y expansivos del mundo. El citado organismo, abarca todo el sistema de las Naciones Unidas, gobiernos, embajadas, misiones, instituciones académicas ONGS, religiones, asociaciones, fundaciones, y medios de comunicación, sector privado , sociedad Civil y más.

El. WUNRN, dirige los derechos Humanos, opresión, y empoderamiento de mujeres y niñas de todo el planeta, y organiza regularmente Eventos de Alto Nivel en las Naciones Unidas con los temas de las mujeres y niñas en Ginebra, Nueva York y FAO en Roma.

Atentamente,

GEETA.

                    Traducción. Mercedes Osorio, Coordinadora de Relaciones internacionales




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