2º CERTAMEN DE RELATOS DE MUJERES
AMMU 2020
DEBIDO A LAS ACTUALES CIRCUNSTANCIAS COVID-19 AMPLIAMOS LA FECHA DE ENTREGA DE RELATOS HASTA EL 25 JUNIO 2020
La Asociación Matritense de Mujeres
Universitarias, habida cuenta de la buena acogida de su iniciativa, convoca por
segundo año consecutivo su concurso de relatos. Animo a todas las mujeres
interesadas en la creación literaria, especialmente a las jóvenes, a participar.
Sus relatos serán leídos con interés por el jurado seleccionado por la
Asociación. ¡Ánimo, chicas!
MARÍA LUISA MAILLARD
PRESIDENTA DE AMMU
PARA DESCARGAR LAS BASES
CONFERENCIA EN INTERNET
de
AMPARO SERRANO DE HARO
LA
RAGNATELA CÓSMICA DI REMEDIOS VARO
PARA ESCUCHAR CONFERENCIA
PATROCINA
de PALERMO
El
Instituto Cervantes de Palermo organiza esta conferencia, en español, sobre la
pintora española Remedios Varo, en la que la profesora Amparo Serrano de Haro
abordará diferentes aspectos de su biografía y obra, buscando por un lado
"revisar" algunos conceptos. erróneos de la persona y el arte de
Remedios Varo y, por otro lado, para establecer en qué se basa su idea de
"creatividad" y cómo se refleja en su trabajo.
La
idea de usar el término "telaraña cósmica" es literal, alegórica y al
mismo tiempo divertida (el componente humorístico en el trabajo de Varo no debe
pasarse por alto, como en muchos surrealistas). La desarrollará tres aspectos
fundamentales de la biografía de Remedios Varo: la infancia y los
"Mitos" de la creación; La juventud de Remedios Varo y la importancia
del surrealismo en su vida y arte; obras y pensamiento mágico.
AMPARO SERRANO DE HARO
Amparo Serrano de Haro es doctora investigadora, profesora de Historia del Arte en la UNED desde 2000 y escritora. Estudió en la Universidad Complutense, UNED, obtuvo una beca Fullbright del "Instituto de Bellas Artes" de la Universidad de Nueva York y trabajó en el MOMA. Sus principales campos de investigación giran en torno a la iconografía artística y la historia de género. Tiene varias publicaciones en su haber, incluida la tesis Palabra y pintura. La tradición crítica del arte anglo-norteamericano (1850-1950). Uned 2000; el libro monográfico Mujeres en el Arte, Plaza y Janes, 2000; y los capítulos "Representaciones de la mujer en la historia de la pintura" del libro Sustrato cultural de la violencia de género. Síntesis, 2010. Recientemente, recordamos La mujer artista en la noche surrealista Edición de la Comunidad de Madrid. 2018; y el estudio biográfico Vida de Remedios Varo, para AMMU, publicado por Eila en 2019. De sus novelas, vale la pena mencionar las dos publicadas por la editorial Debate Mujeres de mármol (1999) y Nocturno de Nueva York (2001) y su participación en tres colecciones de cuentos. Su romance La luna de Artemisia sobre la pintora del barroco italiano, Artemisia Gentileschi, (publicado por Fuente de la Fama. Valladolid 2012) le valió el premio Marguerite Yourcenar 2013.
DE NUESTRA BIOGRAFÍA Nº 40 VIDA DE REMEDIOS VARO
PRÓXIMA TERTULIA LITERARIA AMMU
VÍA ZOOM
PARA ASISTIR A LA TERTULIA
ID
de reunión: 869 520 8434
Contraseña:
4hawm8
COMENTAREMOS LOS LIBROS
Prohibido durante años en Rumanía por lo
explícito de su argumento, El
Ruletista constituye uno de los más brillantes hitos narrativos de
la reciente literatura europea.
Esta pieza, tan breve como intensa, narra la improbable historia de un hombre al que nunca le ha sonreído la suerte, un desarraigado que sorprendentemente hace fortuna participando en letales sesiones de ruleta rusa. Multitudes enfervorecidas, presas del morbo, guardan cola para participar en las ceremonias de muerte y redención en que se convierten sus apariciones, y que dan paso a la histeria colectiva. Un escritor moribundo que conoció al Ruletista en su juventud intenta explicar cómo ese hombre insulso termina convirtiéndose en alguien inmortal y aparentemente inexpugnable, cuando en realidad en él solo anida el más desesperado espíritu de la autodestrucción. Mircea Cartarescu hace de una historia breve una parábola universal.
Mircea Cărtărescu es un poeta, prosista y crítico
literario rumano. Es considerado por la crítica literaria el más importante
poeta rumano de la generación de 1980.
Tercer y último capítulo de El Origen de los
totalitarismos, de Hannah Arendt, titulado precisamente, Totalitarismo.
MADRID
MARÍA LUISA MAILLARD
Es una realidad observable que, en los
últimos lustros, ha descendido de forma alarmante la preparación y la altura
intelectual de nuestros políticos, es decir, de aquellas personas en las que
delegamos la dirección de los asuntos públicos. Sin embargo, lo que oí el 22 de
mayo en el Congreso, de uno de los partidos que nos gobiernan, me heló la
sangre. Resulta que la Comunidad de Madrid y sus representantes tienen la culpa
de la gravedad de la pandemia en España. ¿También Nueva York, Londres o París? ¿Ha
desaparecido totalmente el análisis objetivo de los hechos, en aras de la
propaganda y la muerte política del adversario? ¿Ha desaparecido el más leve
vestigio de sentido común?
Es de sentido común que, en las grandes
ciudades, donde hay más gente, la posibilidad de contagio haya sido mayor,
especialmente, si en las semanas previas a encerrar a los ciudadanos en sus
casas, se han celebrado actos multitudinarios, apoyados por el Gobierno.
Recordemos que el virus tiene una etapa de latencia y que hay asintomáticos que
contagian. La situación se agrava si no hay test para prevenir el contagio de
asintomáticos ni protección adecuada para los sanitarios, a los que ni siquiera
se les hicieron test, y que no sólo se contagian y mueren, sino que también
contagian. A más abundamiento, si se envía a los afectados no graves a
domicilios en los que no hay posibilidad de aislamiento, hay contagio familiar,
como señaló el responsable de Sanidad. La situación de la pandemia en Madrid ha
sido muy grave y ha habido en el pico saturación de los servicios sanitarios.
Una situación difícil y novedosa para los representantes de la Comunidad, que
han intentado evitar una catástrofe mayor. Se habrá cometido algún error, es humano;
pero han buscado material de protección debajo de las piedras, al apreciar que
no llegaba desde el Mando único del gobierno o que el que llegaba era
defectuoso. Hoy en día —en el que después de casi tres meses se ha reconocido
la necesidad de usar mascarillas—, los madrileños tienen a su disposición en la
desescalada mascarillas gratuitas FP2 en las farmacias. Se ha conseguido la
colaboración de empresas alimentarias para paliar la necesidad de muchas
familias, e incluso el trabajo voluntario de muchos expertos para levantar en
una semana un hospital de campaña, en el momento de mayor pico del coronavirus:
el pabellón del IFEMA; para no hablar del esfuerzo sobrehumano del personal
sanitario, policías, guardia civil y trabajadores en general, ocupados en
tareas obligatorias como la limpieza y la distribución de alimentos.
Ya estamos en el periodo de desescalada
—necesario para comenzar a luchar contra la ruina económica que ya está a las
puertas—. Pues bien, La Comunidad de Madrid se quedó el 15 de mayo
prácticamente sola sin acceder a la Fase 1, que había reclamado, ajustándose a
criterios sanitarios, al habérsela negado el 8 de marzo ¿Cuáles han sido, entonces,
los criterios uniformes por los que se han regido? Se
desconocen. ¿Quiénes han sido los expertos que lo han decidido? Se desconocen.
Y cuando se reclaman estos datos, la respuesta es que la Comunidad de Madrid
quiere que haya cientos de miles de muertos. Analicemos la situación. ¿De qué exactamente
se ha dejado al margen a la Comunidad de Madrid en la última semana?
Simplemente de que pueda ponerse en marcha la industria de la restauración
—importantísima y uno de los sectores más afectados por el cierre—, abriendo
las terrazas con la mitad de aforo y a dos metros de distancia cada mesa. Pues bien,
hace ya tres semanas que en la fase 0, muchos barrios de Madrid se han
encontrado saturados de masas humanas a las 8 de la tarde, con cientos de
corredores entre los paseantes, sin mascarillas de protección, en muchos casos,
porque según el Gobierno “no eran necesarias e incluso podían ser
contraproducentes” y sin posibilidad de respetar las distancias de seguridad.
Desde ayer, día 25, las mascarillas son obligatorias.
El ciudadano se ha quedado sin margen de
maniobra en la esfera pública y es dúctil a la propaganda. Eso lo saben los que
nos gobiernan. ¿Por qué desechar ese instrumento tan útil? La consigna es: hay
que buscar un culpable y no enmendar los errores. Es el momento, con el Estado
de Alarma, para tener las manos libres e intensificar una práctica habitual: cambiar
las leyes, sin debate y sin consultar a los profesionales a los que afecta, ya
sean profesores, jueces, personal sanitario, autónomos y un largo etc., en
muchas ocasiones, atentando gravemente contra el sentido común que sólo
proporciona la labor del día a día. Hay que decir que la Comunidad de Madrid ha
caído en tal práctica, al aumentar una hora de gimnasia, en detrimento del
francés, sin consultar si los centros tenían capacidad en sus gimnasios para
ello; pero en el caso del Gobierno es más grave: lo hace en un estado de alerta
sin la cortapisa del Congreso. Si las consecuencias no son las deseadas, queda
el recurso de la manipulación de datos y encuestas, siempre al servicio de la
propaganda. Y, desde luego, echar balones fuera, señalando un culpable.
Se multiplican las leyes sin control
parlamentario. Vayamos a la enseñanza, ¿han preguntado a los padres de niños
con problemas si consideran que es una mala práctica la enseñanza
especializada? ¿Es un buen sistema para la promoción social, es decir para
tener opciones en un mundo laboral cada vez más competitivo, rebajar
contenidos, dar aprobado general o eliminar los buenos resultados para acceder
a una beca? Vayamos a la judicatura, ¿han preguntado a los jueces si alterar el
actual sistema de acceso al cuerpo es lo más conveniente para la salud de la
justicia? Parece que están mayoritariamente en desacuerdo. Y ya no hablamos del
sector económico. ¿Han preguntado, por ejemplo, al pequeño empresario, al que
se le ha impedido trabajar, qué necesita para sobrevivir a la situación actual?
¿Han preguntado si en estas condiciones de pérdida prolongada de ingresos y
reducción de la actividad se puede mantener el empleo y en qué condiciones? ¿Es
la mejor forma la derogación de la Reforma laboral, pactada con los pro etarras,
rompiendo así la mesa de negociación con patronal y sindicatos, único camino
para crear empleo? ¿Han preguntado a los funcionarios encargados de gestionar
el SEPE —la ayuda a los trabajadores que no pueden ir a trabajar— si podían
atender la multiplicación de peticiones sin un aumento sustancial de la
plantilla? Resultado: la mayoría aún no han cobrado.
¿Por qué nuestros gobernantes no se han
dedicado en estos meses a lo que necesitaba la ciudadanía, sumida en una
pandemia desconocida? Medidas de prevención iniciales, protección adecuada y
test para nuestro personal sanitario, fuerzas de seguridad, personal de
limpieza y otros colectivos obligados a trabajar; normas claras de
comportamiento respecto a la prevención: mascarillas, guantes, calzado, etc.; protección
para la ciudadanía mediante test masivos. Protección de los mayores en las
Residencias, el sector más vulnerable. Protección de los trabajadores, mediante
la agilización de las ayudas. Reducción del gasto público innecesario, en vez
de aumento de ministerios y cargos públicos, para atender a los que necesitan
ayuda del Estado para sobrevivir. Negociación seria con patronal y sindicatos
para la reactivación económica y la recuperación del empleo. No, es más
rentable aprovechar las circunstancias para eludir controles y luego señalar al
“judío”, que ha resultado ser la Comunidad de Madrid.
MARÍA LUISA MAILLARD
ODIO Y VÍSCERAS
ISABEL BANDRÉS
Goya sabía mucho sobre el ser humano y más sobre los españoles. Nos tenía cogida la medida y nos retrató en ese tremendo cuadro titulado Duelo a garrotazos. En él, dos hombres con las piernas metidas en tierra hasta las rodillas luchan sin normas y con fiereza entre ellos. Frente a frente, ignorando todo lo que les rodea y cegados por el odio se disponen a destruirse. En la época de Goya el enfrentamiento era entre liberales y absolutistas. Ahora, desde 2015, el cainísmo ha vuelto de manera virulenta a la vida parlamentaria. Los diputados nos brindan un espectáculo repugnante cada vez que se reúnen en el Congreso. La derecha y la izquierda a cara de perro, el rencor personal como eje de todo discurso, el grito como forma habitual de expresión y la humillación del adversario, convertido en enemigo a derribar, como único propósito del discurso político. Sus señorías se califican solas. Sus seguidores cegados, también.
Goya sabía mucho sobre el ser humano y más sobre los españoles. Nos tenía cogida la medida y nos retrató en ese tremendo cuadro titulado Duelo a garrotazos. En él, dos hombres con las piernas metidas en tierra hasta las rodillas luchan sin normas y con fiereza entre ellos. Frente a frente, ignorando todo lo que les rodea y cegados por el odio se disponen a destruirse. En la época de Goya el enfrentamiento era entre liberales y absolutistas. Ahora, desde 2015, el cainísmo ha vuelto de manera virulenta a la vida parlamentaria. Los diputados nos brindan un espectáculo repugnante cada vez que se reúnen en el Congreso. La derecha y la izquierda a cara de perro, el rencor personal como eje de todo discurso, el grito como forma habitual de expresión y la humillación del adversario, convertido en enemigo a derribar, como único propósito del discurso político. Sus señorías se califican solas. Sus seguidores cegados, también.
En los debates políticos no existe ni un
átomo de generosidad con el adversario, ni un argumento o contraargumento sobre
los graves problemas que tenemos los ciudadanos en estos tiempos aciagos. Sólo
bilis y vomito contra el otro. La mejor defensa de un proyecto político no es la
ofensa, es la racionalidad, la verdad, el debate de ideas y proyectos. Si a esa
inquina incontrolada añadimos que la mayoría de los diputados tienen un
vocabulario que no llega a las mil palabras y una forma de argumentar ramplona
el espectáculo que nos ofrecen nos lleva a muchos españoles, como poco, a la
melancolía y a otros muchos, votantes fieles, a posturas de polarización. No se
pueden tolerar las provocaciones incendiarias de algunos ni las contestaciones
desabridas de los otros. En el sueldo va tragarse la bilis y saber debatir con
toda la dureza que se quiera, pero con el respeto debido al cargo que ostentan
y a los ciudadanos que les elegimos y les pagamos.
En la última escaramuza, hubo un
enfrentamiento entre el diputado del PP Mario Garcés y el ministro Marlaska. El
ataque fue duro, la dialéctica utilizada por ambos se puede calificar de
impecable, implacable y elegante apoyada en una argumentación suficiente. Entre
estos dos hombres de leyes se percibía un gran respeto en lo personal y el deseo
de no sobrepasar las líneas rojas base de toda convivencia política o personal.
Curiosamente, este debate ejemplarizante ha sido ignorado por la opinión
pública. Esa misma opinión pública y esos periodistas que, salvo raras
excepciones, hostigan a los políticos desde sus columnas y tribunas televisivas
a comportarse como perros de presa porque es lo que vende. Qué triste.
Manuel Chaves Nogales, director en tiempos
de la república de un periódico gubernamental, Ahora, murió en el exilio. Exilo que confiesa también hubiese
elegido en el caso que hubiesen ganado los republicanos: Ni colonia fascista ni avanzada del comunismo (…) me esfuerzo en
mantener una ciudadanía española puramente espiritual de la que ni rojos ni
blancos puedan desposeerme. Chaves Nogales se auto calificaba republicano y
pequeño burgués liberal. Era ese tipo de ciudadano tan poco apreciado en
España, un moderado. Aquí gustan mucho los espíritus aguerridos con ideas fijas
e inamovibles. Los aspirantes a lograr la tolerancia en el debate racional, los
acuerdos entre los diferentes y mantener como bandera el sentido común solemos ser
sospechosos herejes ideológicos y calificados de blanditos con sangre de
horchata o individuos sin sangre en las venas. No saben los sectarios, la
cantidad de valor que se requiere lograr que la sangre siga donde tiene que
estar, en las venas y no en la contestación virulenta y agresiva.
Hace apenas unas horas el vicepresidente
segundo no supo o no quiso contenerse y ha tenido en la Comisión de Reestructuración
una intervención incendiaria y chulesca aludiendo, nada menos, que al sonido de
sables. Y esto sucede el mismo día en que se anuncia el desmantelamiento de Nissan
y Acola. Se calcula que entre puestos directos e indirectos irán al paro 20.000
personas. ¿Qué se pretende con este tipo de intervenciones en un día que la
desgracia ha señalado a tantos? Supongo que dañar a las instituciones,
polarizar a la población y crear una brecha insalvable entre los ciudadanos. ¿Y
qué ganan los parados y los ciudadanos con este tipo de intervenciones? Nada.
Dejen ya de nominar títulos mobiliarios, de mentar padres ajenos y de elucubrar
sobre fantasiosos ruidos de sable. No los hemos elegido ni les pagamos para
eso.
Pero, de pronto, en medio este estrecho
mundo de la estupidez recalcitrante aparecen signos de inteligencia. En Aragón
(PSOE) y en Castilla y León (PP) han llegado a acuerdos los diferentes partidos
de manera civilizada. Y en el Ayuntamiento de Madrid se han firmado los Pactos
de Cibeles. Cinco partidos con ideologías que van desde la extrema derecha a la
extrema izquierda han decidido consensuar medidas por el bien de los madrileños.
¿Será un espejismo? Por fin vislumbramos alguna esperanza para la convivencia. Ojalá
se imponga la inteligencia y la cordura sobre la estupidez y la pureza de los
talibanes ideológicos. Crucemos los dedos para que ese milagro que es entre
nosotros la tolerancia se haga realidad en algunas comunidades o en alguna
ciudad con el deseo de que su ejemplo se extienda por toda España. Un sueño, lo
sé.
Ah, en estos tiempos de estulticia les
recomiendo que lean A sangre y fuego
de Manuel Chaves Nogales y que se detengan en el prólogo que él firma. Su
lectura es un antídoto contra violencia, la estupidez, el sectarismo y la
polarización.
ISABEL BANDRÉS
PANDEMIA A LA
MEXICANA
ROSARIO HERRERA GUIDO
PROFESORA UNIVERSIDAD MICHOACÁN - MÉXICO
“Se domó a la pandemia
y falta poco para la Nueva Normalidad.
Ya bajó el riesgo de saturación de los hospitales”.
Andrés Manuel López Obrador,
18/05/2020.
Escribo
esta breve bitácora, el viernes 29 de mayo de 2020, cuando paralelamente a las festivas
palabras del Presidente de México, que tomo como epígrafe, en la Tierra del Sol
Jaguar, cuando se reportan 80, 000 contagios de covid-19, 3 mil nuevos
contagios, un promedio de 500 muertes diarias y un total de 9, 000 defunciones.
La
Pandemia a la mexicana llega, al filo del año y medio del triunfo democrático
de Andrés Manuel López Obrador: un Gobierno que se dice de “izquierda”, que significa “la igualdad”, según
el filósofo español, exiliado en México tras la Guerra Civil Española, Adolfo Sánchez
Vázquez. Pero con esta bandera, mal se viene entendiendo disminuir e incluso
erradicar la desigualdad, pues en lugar de concebir al Estado como creador de
riqueza para su equitativa distribución social, el gobierno asume el
insostenible proyecto de distribuir de riqueza, donde se encuentre, para
repartirla a los pobres de manera personalizada, sin estudios socio-económicos,
censos y evaluación, a través de tarjetas bancarias, con pequeñas cantidades
que no van a sacar de la pobreza a nadie, sino que la pueden eternizar y conducir
a la quiebra al país.
Uno
de los diversos lugares donde había riqueza era el Sistema de Salud, al que ya
en 2019 se le habían recortado 2, 500 millones de pesos y otros 2, 500 sin
ejercer, que fueron regresados a la Secretaría de Hacienda. Un acto que se leyó
por expertos, analistas políticos, organizaciones de la sociedad civil,
ciudadan@s informad@s y legisladores de oposición, como el Desmantelamiento del
Sistema de Salud, ¡antes de la Pandemia a la mexicana!
Tras
la notificación de China a la ONU, el 31 de diciembre de 2019, de múltiples casos
de neumonía en Wuhan, en enero de este 2020 el gobierno de México le vende
toneladas de insumos médicos a China, por no reconocer su pronta necesidad o
por ¿pragmatismo comercial?, y el 9 de abril reconoce recomprar de urgencia y
más caros insumos médicos a China, para la Pandemia a la Mexicana.
Desde
la llegada del covid-19 a México, el 28 de febrero de este 2020, no han faltado
las obscenas mezclas del Estado Sanitario con la política, incluso electorera,
rumbo al 2021 y 2022. Porque el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena),
el partido en el poder que, según análisis hasta teológicos, lleva ese nombre
por la Morenita, la Virgen de Guadalupe, Patrona de México, conduce al “pueblo
bueno” con el estandarte y el púlpito cotidiano de su líder, ahora Ejecutivo
del Estado, quien con la pandemia pisándole los talones, saca de la bolsa de su
camisa un objeto sacro y difunde públicamente su fe, ante una imagen con una
especie de Vade Retro Satana, que
expresa la invocación “Detente enemigo, el Corazón de Jesús está conmigo”. Un pío momento en el era urgente dar una
respuesta de Estado, republicana, diplomática y profesional, que el Presidente sólo
tardíamente expresó, sin poderlo evitar, en este orden: “la pandemia de covid-19
será profesionalmente atendida por técnicos, médicos y científicos (estos hasta
el final, por su prejuicio hacia la ciencia, sobre la que ya expresó que “no le
gustan los investigadores porque inventaron la Bomba Atómica”).
Con
un mensaje así, de parte de la máxima autoridad del Estado Mexicano, no era
difícil intuir qué seguiría sobre la infraestructura hospitalaria, coordinación
profesional, insumos necesarios y a tiempo, equipo médico, pronta detección de
contagios, pruebas, atención de casos críticos, conducción ciudadana ante la
contingencia y hasta pronta expedición de certificados de defunción, para que
los deudos pudieran incinerar o sepultar a sus difuntos.
En
el tablero de la mezcla entre la medicina, la política y la fe, la primera
pieza que movilizó el Presidente Obrador, una vez que al parecer alguien le
llamó la atención por su indiferencia y/o incredulidad hacia el peligro real del
covid-19, fue nombrar al coordinador general de la Pandemia, el doctor Hugo
López-Gatell, subsecretario de prevención y promoción de la salud y doctor en Epidemiología,
pero sin reunir previamente a la máxima autoridad en salud, el Sistema de
Salubridad General. Una respuesta a destiempo y desfasada, paralela a actitudes
fuera de lugar, pues ya con la alarma epidemiológica mundial encima, todavía en
público el Presidente invitaba a la ciudadanía a comer tacos en las calles y
los caminos, además de abrazarse y besarse porque no iba a pasar nada. Y el
mismo responsable general de la Pandemia a la Mexicana, el laureado
epidemiólogo, le autorizaba en público al Ejecutivo seguir de gira en mítines
masivos y sin tapabocas, porque “por su estatura moral y espiritual era
inmune”; una irresponsable complicidad política, de parte de un “científico”, para
cubrir al líder de “izquierda” y mandatario de México, de un halo sagrado,
¿para seguir con el proyecto político de sacralizar al líder de “izquierda”?
Desde
el principio, durante, hasta la fecha y hacia adelante, se pone a la luz la
doble estructura del gobierno, la correlación entre autoridad y potestad, entre
Reino y Gobierno, que interroga la relación entre la Economía y la Gloria,
entre el Gobierno (no como gestión eficaz), sino el Poder como Majestuosidad,
ceremonial y liturgia. Un poder que necesita la Gloria, la mistificación del
líder de “izquierda”, por la dudosa capacidad de acción y eficacia, y prefiere
la forma gloriosa de los sermones, la prédica, los escapularios, las lecciones
de moral, que develan la máquina religiosa del gobierno de “izquierda”, como
evangélico, piadoso y devoto (Agamben, El
reino y la gloria, Adriana Hidalgo, Buenos Aires, 2008:10).
La
Pandemia a la mexicana, un día sí y el que sigue también, y tal vez en el
futuro, deja ver con claridad meridiana, el desorden, la improvisación
imposible de disimular, la información esquizofrénica sobre los protocolos de
sanidad: las pruebas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud no
sirven de nada y el tapabocas tampoco; no vamos a imponer un Estado de
Excepción para frenar el contagio; en el pico más alto del contagio, se debe
respetar el semáforo federal, pero los
gobiernos de los Estados pueden decidir cuándo ponen fin al confinamiento, “
porque no vamos a imponer nada; estas dos semanas que vienen ahora sí son las de
mayor contagio, por lo que se recomienda de manera estricta “quedarse en casa”.
Y la amenaza del pico del contagio se fue recorriendo hasta que todo el mundo
se fue a la calle y ya no hizo caso del pico del responsable de la Pandemia a
la mexicana.
En
un momento en que se anuncia tormenta, pues el líder popular y Presidente de
México, ya se va de nuevo de gira el próximo lunes 2 de junio, pues ya
empezaron las campañas políticas para renovar el Congreso de la Unión y varias
gubernaturas en el 2021, además de la cruzada para ratificar o deponer al mismo
Presidente en 2022 (una iniciativa a la que nunca renunció y que empuja a un
país gravemente confrontado entre obradoristas y antiobradoristas, otra vez a
una contienda electoral, cuando todavía no se restañan las heridas de la
Elección del 2018).
Todo
ello, en el peor momento de la historia económica de México, pues ya se venían
desmantelando las instituciones para reducir gastos y repartir ese dinero a los
pobres. Porque ahora viene la Pandemia Económica. Y supuestamente contra los
conservadores y neoliberales, el Presidente ha dicho públicamente que “esta
pandemia le viene como anillo al dedo”, y que sólo va a apoyar a los pobres, con
23 millones de tarjetabientes bancarios que reciben un dinerito para lo básico,
con tal que no salgan de pobres, mientras la desaparición de la clase media parece
no importarle o ¿desearla? (8 de cada 10 mexican@s que tienen un trabajo
estable lo perderán, con lo que se espera que se sumen 12 millones de pobres
más). Todo ello en el escenario de programas
sociales del gobierno, acompañados de una prédica cotidiana que promueve como
ideal de felicidad la pobreza: “¿para qué si tienen un par de zapatos quieren
dos, si con uno es suficiente para ser felices?”.
Una
prédica que abre la pregunta ¿cómo anillo al dedo, porque contaría con más
pobres que se sumarían a la clientela electoral de su movimiento y partido, y
que dependerían de las migajas del Estado de Izquierda? ¡Como si el pensamiento
social que tiene por ideal la igualdad, cualquier corriente de pensamiento
socialista que se eligiera, tuviera como fin la pobreza, la dependencia y la
indignidad!
ROSARIO HERRERA GUIDO
PROFESORA UNIVERSIDAD MICHOACÁN - MÉXICO
...LOS ÁRBOLES SE COMUNICAN ENTRE SI?
CARMEN MENDÍVIL
Pues sí y como dice
Peter Wohlleben en su libro Comprender a
los árboles es probable que la mayoría de las plantas posean un sistema de
comunicación químico y que estemos rodeados, sin saberlo, por un mundo vegetal
que charla por los codos mediante un amplio vocabulario de palabras aromáticas.
Wohlleben nos cuenta también
que la forma más común de comunicarse es el perfume que emiten las flores de
los frutales, los tilos, las robinias y todas aquellas especies que dependen de
la polinización de los insectos. Porque el aroma no es otra cosa que una
llamada: ¡Venid aquí, hay un néctar delicioso! También avisan a sus vecinos de la
invasión de parásitos. En su lucha contra la plaga, el árbol introduce
sustancias repelentes en la corteza y les pone en guardia a través del aroma. Claro
que sólo reciben la advertencia aquellos árboles que se hallan en la dirección
del viento. Pero además, los árboles se transmiten mensajes mediante el
contacto íntimo con las raíces del vecino. En el caso de las hayas se ha
constatado que posiblemente las raíces de todos los ejemplares de un bosque
están conectadas por red.
Es muy interesante lo
que nos cuenta Wohlleben de cómo en los años 70 unos científicos que observaban
las sabanas africanas descubrieron que el comportamiento de las jirafas y las
gacelas con respecto a su alimento preferido, las hojas de acacias, era un poco
peculiar. Primero mordisquean durante varios minutos alrededor de un árbol,
pero no hasta saciarse, porque nada más empezar, la acacia impregna las hojas
de sustancias amargas. Cuando deja de gustarles la comida, se desplazan entre
unos 50 y 100 metros y atacan otro árbol. ¿Por qué entre 50 y 100 metros? Los
científicos han descubierto que las acacias vecinas también llenan las hojas de
sustancias amargas y lo hacen en cuestión de minutos. Los animales lo saben y
por eso recorren cierta distancia antes de seguir comiendo. Lo que más les
intrigaba era cómo se enteraban las demás acacias del peligro inminente. La respuesta
consiste en un gas, el etileno, que emite el primer árbol atacado. Esta señal
de alarma química avisa a las acacias vecinas y provoca la correspondiente
reacción defensiva.
La ecóloga
canadiense Suzanne Simard, profesora de ecología
forestal en la Universidad de Columbia, comprobó que los árboles de los
bosques están conectados a través de una red subterránea de hongos, por donde se
traspasan recursos vitales, como carbono, agua, nitrógeno y fósforo, pero
también comparten información más compleja y establecen distintos tipos de
relaciones, configurando un verdadero sistema. ¡Algo muy parecido a internet!
Es
curioso descubrir que si todos los ejemplares se preocupasen sólo de sí mismos,
muchos de ellos no llegarían a la edad adulta. A esto hay que añadir que las
muertes continuadas provocarían grandes huecos en las copas, por los que las
tormentas se colarían con mayor facilidad y otros troncos podrían ser abatidos.
El calor del verano penetraría hasta el suelo del bosque y lo secaría. Todos
sufrirían.
La experta ha realizado una vasta investigación en los bosques templados de
Canadá, que la llevó a plantear este revolucionario descubrimiento. También
encontraron que los árboles juegan distintos roles dentro de esta red. Así, los
más grandes y viejos —"árboles madre"— son los que están más
conectados con el resto y, cuando germinan los árboles más jóvenes (plántulas),
les transfieren elementos vitales. Esta transferencia de recursos es
bidireccional, incluso entre distintas especies de árboles. "Hay un
intercambio constante, es una suerte de conversación, en que una planta le da a
una y la otra le da de vuelta", señala.
Revela Simmard que estas redes de árboles
"son robustas y muy resilientes al daño", ya que cuentan con
múltiples conexiones, pero advierte que, a la vez, pueden ser altamente
vulnerables si se eliminan los árboles madre. "Si perdemos estos árboles
más viejos –por una sequía, lo ataca un escarabajo o los cortamos, toda la red
puede colapsar, porque son los nodos centrales (del sistema)", señala
Por eso, enfatiza en la importancia de
protegerlos. Un aspecto llamativo que detectaron es que cuando un árbol madre
va a morir acelera la transferencia de carbono a sus árboles más pequeños y a
otros árboles vecinos, dirigiendo esa energía a ciertos individuos dentro de su
comunidad. Así, explica que "cuando una de las plantas está afectada
(atacada por una plaga, por ejemplo), la vecina le manda más agua o carbono.
Hay un movimiento de la planta más rica a la más pobre [...] Los que están en
los niveles más altos retroalimentan a los que están en los niveles más
bajos". La dirección en que se transfieren los recursos también cambia en
las distintas estaciones del año, dependiendo de si una planta tiene o no hojas
o si recibe sombra o luz solar para la fotosíntesis. "Yo interpreto que
hay una inteligencia, una sabiduría, una protección que se trasmite de una
generación a la otra. Estas plantas están conectadas en el tiempo y en el
espacio, y a través de las generaciones", plantea Simard.
Durante estos días de confinamiento eché de
menos los árboles, su belleza, su verdor, su tronco rugoso… Cerraba los ojos
para imaginarlos. Leer el libro de Peter Wohlleben que, curiosamente, es el
único libro que he podido leer durante el confinamiento, me producía bienestar.
Pensé en cómo se ayudan y protegen entre sí y en que se parecen mucho más a
nosotros de lo que creía. Probablemente estuvieran mucho más relajados con
todos nosotros metidos en casa. Más felices sin nosotros. Este pensamiento es
un poco triste. Al salir de casa apreciamos la belleza del campo, jardines y
parques, algo para reflexionar y no olvidar después de esta pandemia. Tenemos
mucho que aprender de la naturaleza.
“La otra tarde, di un paseo por la granja de
Spaulding. Vi como el sol poniente iluminaba el lado opuesto de un pinar
majestuoso. Sus rayos dorados se dispersaban por los corredores del bosque como
por los de un palacio…”.
Henry David Thoreau, Caminar.
Editorial Árdora exprés.
CARMEN MENDÍVIL
“PRUEBAS DE
PROVOCACIÓN EN HUMANOS”
EN LA CARRERA
POR LA VACUNA PARA COVID-19
EN LA CARRERA
POR LA VACUNA PARA COVID-19
CARMEN GARCÍA INSAUSTI
DIRECTORA MÉDICA SOCIEDAD ESPAÑOLA
DE HEMATOLOGÍA
Y HEMOTERAPIA
El confinamiento y el distanciamiento social lograron aplanar la
curva de contagios y controlar la saturación hospitalaria, la atención
sanitaria y los medicamentos empleados frenaron las muertes, pero probablemente,
poner fin a la pandemia y prevenir nuevos brotes solo pueda lograrlo la vacuna.
Hay muchas instituciones académicas y compañías farmacéuticas
trabajando con mucha presión para dar respuesta en tiempo récord a las
distintas fases que han de cumplirse en la producción de la vacuna, que van
desde los estudios preclínicos hasta la realización de ensayos clínicos. Los
primeros se realizan en los laboratorios de investigación e incluyen el estudio
del virus, sus sitios antigénicos, desarrollo de plataformas de producción, cultivos
celulares, ensayos en modelos animales, etc. De estos se obtienen los
candidatos a vacunas que han de cumplir tres fases clínicas, generalmente a
cargo de las compañías farmacéuticas debido a su elevado coste: la fase
I en la que se evalúa la seguridad del candidato en un grupo limitado de
voluntarios (alrededor de 100); la fase II, que evalúa la efectividad en
la producción de anticuerpos y la toxicidad en varios cientos de voluntarios; y
la fase III, en la que se prueba la vacuna en decenas de miles de personas y se
espera a ver si los vacunados contraen o no la enfermedad. Hecho esto, el
camino que sigue es el de la obtención de las licencias, producción,
distribución a gran escala y administración a la población. Todo el proceso
puede tardar varios años. Esto ha generado angustia en diversos colectivos (investigadores,
reguladores,
agentes financieros y autoridades gubernamentales) quienes han elevado sus
voces, proponiendo y/o presionando por vías que permitan acortar el proceso.
Actualmente, alrededor de 100 candidatos de
vacunas están en desarrollo, e inclusive, algunos ya están siendo administrados
a voluntarios sanos en una primera prueba de seguridad, antes de terminar los
ensayos en animales. Pero, la carrera es tan intensa que esto no es suficiente,
por ello algunos investigadores han propuesto realizar “human challenge
trials”, lo que en español significa “pruebas de provocación en humanos”,
con el objeto de evitar la fase III y acelerar en meses el logro de la vacuna. La
prueba consiste en vacunar a 100 jóvenes voluntarios contra el coronavirus
(COVID-19) y no esperar a ver si se contagian de forma natural, sino, infectarlos
a propósito con el SARS-CoV-2, para evaluar si desarrollan la enfermedad y en
cuanto tiempo lo hacen. De ser este el caso, se les garantizaría la mejor
asistencia posible.
Como es de suponer esta propuesta ha generado gran controversia en
la comunidad científica. A algunos les ha parecido justificable por el número
de vidas que se cobra cada día la enfermedad y además por la necesidad de escapar
del dilema que se plantea entre sacrificar la economía, el sistema sanitario o
los dos. Otros la han considerado éticamente inadmisible, por la utilización de
voluntarios como conejillos de indias para un ensayo que supone riesgo de
provocar enfermedad grave e incluso la muerte por una enfermedad para la que no
existe un tratamiento 100% curativo.
Ante este panorama ha intervenido la Organización Mundial de la
Salud (OMS) con un documento publicado el 6 de mayo en el que presenta los “Criterios
clave para la aceptabilidad ética de las pruebas de provocación en humanos de
COVID-19”. En el documento la OMS no se
pronuncia a favor o en contra de la realización de los estudios, sino que presenta
los criterios éticos que deben tener presente los científicos, comités éticos
de investigación, patrocinadores, políticos, reguladores y gobiernos, en sus
deliberaciones. Sus representantes ratifican que las pruebas de provocación
podrían ser de ayuda para acelerar el desarrollo de vacunas y para obtener
información preliminar en cuanto a su eficacia y seguridad, especialmente
cuando los modelos animales no son adecuados para extrapolar a humanos, pero no
niegan que los estudios de provocación para el SAR-CoV-2 involucran mayores
niveles de riesgo e incertidumbre que otros estudios humanos comúnmente
aceptados debido a que la patogénesis de COVID-19 no se conoce completamente y
no hay un tratamiento curativo disponible por lo que puede ocurrir enfermedad
severa o incluso muertes entre el grupo de adultos jóvenes voluntarios.
Algunos investigadores consideran que plantear la realización de
estos ensayos de provocación en humanos en este caso particular es un absurdo,
porque los científicos necesitan desarrollar un modelo para COVID 19 que no
existe y que solo el desarrollo del modelo requiere entre 18 y 24 meses, que,
sumados a los tiempos que requieren las demás exigencias de control que imperan
en una infección deliberada, como cepa del virus, pureza, dosis a administrar,
etc. etc., hacen que el acortamiento del tiempo planteado sea una falacia, ya
que para el momento en que todo esto esté completamente preparado es probable
que las otras vacunas estén en la fase III clásica.
Así las cosas, no sabemos el curso que tomarán los
acontecimientos, por ahora, hasta donde tenemos conocimiento en ningún país del
mundo occidental se han autorizado estos ensayos, aunque ya hay listas de
voluntarios registrados on line, y el apoyo político continúa creciendo. Lo
cierto es que, a nosotros, humildes mortales, nos corresponde tener una actitud
responsable frente al tema, seguir los acontecimientos de cerca porque pocas
veces tendremos ocasiones de conocer cómo se lidia con los principios éticos
que están en juego cuando existe una pandemia de las características de la que
estamos viviendo. Partimos de la base de que la resolución de situaciones
problemáticas e incluso conflictivas de extrema gravedad y dificultad que se
plantean en torno a las pandemias, y en particular con las que ha generado el
SARS-CoV-2, no se debe dejar en manos individuales o de colectivos o entidades
profesionales o científicas, sino que implica y compromete a toda la sociedad.
Si algo hemos aprendido en esta situación de pandemia es la
cantidad de consideraciones éticas que han de tenerse presente. Lo vivimos con
la atención de los pacientes, donde nos consta que los profesionales de salud
tuvieron que enfrentarse a auténticos dilemas al momento de priorizar entre las
necesidades de los pacientes y los recursos disponibles, que, aunque son
acciones que se apoyen en el conocimiento médico, implican los principios
éticos de equidad, imparcialidad, responsabilidad, transparencia, coherencia,
etc. También lo vivimos a título personal y como ciudadanos al sacrificar la
libertad en aras de la seguridad.
Con el tema de la vacuna donde los intereses generales de salud
pública y en general del bien común pueden enfrentarse a los intereses
particulares, nos corresponde, por lo menos estar enterados de cómo se soslayan
los principios éticos que interfieren con el desarrollo de una vacuna en tiempo
récord. Veremos si aquello de que la vida es un fin en sí mismo y nunca un
medio se relativiza cuando se ejerce el principio de autonomía y se otorga un
consentimiento informado, y si el principio de oro de la medicina y la
investigación “primum non nocere”
tiene alguna vigencia en la guerra contra el virus.
CARMEN GARCÍA INSAUSTI
MUSEOS Y GALERÍAS DE ARTE
EXPOSICIONES EN PRÓRROGA
EXPOSICIONES EN PRÓRROGA
A. PILAR RUBIO
La epidemia de Covid-19 ha dejado nuestras
calles desiertas, vacías. Al mismo tiempo que otros espacios públicos, los templos
del arte han cerrado sus puertas a tenor del confinamiento.
Pero los museos y galerías no han querido
guardar silencio. A través de internet y de las redes sociales, han anunciado
sus colecciones y han ofrecido a los usuarios multitud de iniciativas:
recorridos virtuales, actividades creativas, seminarios y conferencias,
manteniendo así el contacto con el público fiel, para quien la presencia del
arte es necesaria en su vida.
Algunas exposiciones programadas no pudieron
estrenarse cuando el mundo paró su reloj. Un ejemplo es Invitadas, una
propuesta del Museo del Prado que iba a inaugurarse el 31 de marzo. La
exposición pone de manifiesto el papel de la mujer en el arte español de
finales del siglo XIX y principios del XX. Con fondos del propio museo, la
muestra reivindica el protagonismo de las mujeres en el mundo del arte; al hilo
de la exposición, la divulgación de los galardones recibidos son un
reconocimiento al largo camino que hubieron de recorrer las artistas, quienes
abrieron las puertas que se habían cerrado para ellas solo por el hecho de ser
mujer.
INVITADAS
Otras exposiciones fueron suspendidas al
poco tiempo de ser inauguradas, como Beruete, Regoyos y el paisaje,
una muestra del Museo de Bellas Artes de Bilbao que ha reunido 70 obras de
ambos autores pertenecientes a las colecciones de José Entrecanales y Santiago
Corral. Aurelio Beruete y Darío de Regoyos encarnan dos formas de modernización
del paisaje en la pintura española en el cambio de siglo, “Un paseo tranquilo y
bello con el papel protagonista de dos pintores en la renovación del paisajismo
español”, en palabras de Miguel Zugaza, director del museo.
También hubo de suspenderse la exposición
que conmemoraba el quinto centenario del fallecimiento de Rafael, en las
Escuderías del Palacio del Quirinale de Roma. La retrospectiva del pintor de
Urbino se compone de más de 100 obras -algunas provenientes del Museo del
Prado, del Thyssen-Bornemisza y del Louvre- correspondientes a retratos de
papas, personajes relevantes de las Cortes italianas y bellísimas mujeres: La
Fornarina, considerada la amante del pintor, y La Velata, ambas representadas
como Venus; y La dama del Liocornio, una bella joven a quien Rafael
inmortalizó siguiendo el modelo de La Gioconda de Leonardo da Vinci.
Y así, por todo el mundo. Todas las
exposiciones nos esperan a la vuelta, en la desescalada, pues los comisarios
gestionan su prórroga.
Como un soplo de aire fresco, el arte ha
llegado a nuestras casas y ha impregnado nuestras vidas en estos días de confinamiento
pues, gracias a las nuevas tecnologías, muchos niños -no todos,
desafortunadamente- han podido realizar juegos de arte y también convertirse en
artistas a propuesta de sus padres y de sus profesores, labor loable donde las
haya y que ha suscitado el aplauso del público dedicado tanto a los niños como a
los adultos.
Con el virus también llegó la crisis. A la
crisis generalizada, se suma la crisis de los artistas, quienes no han querido
rendirse ni resistirse a dibujar la primavera desde su balcón. Esperamos y
deseamos que, tras el confinamiento, sus obras vuelvan a llenar las galerías.
A. PILAR RUBIO
SOBRE LA MEMORIA "SELECTIVA"
MARÍA LUISA MAILLARD
La “memoria
histórica” es un concepto que nos suena mucho a los españoles, ¡si hasta
tenemos una ley con ese nombre!; pero la “memoria histórica”, si no es fruto de
un conocimiento basado en la honradez intelectual, adquiere el rostro deformado
de la “memoria selectiva” y, por ende, de la propaganda y la mentira. Mal punto
de partida para que la necesaria memoria histórica sea capaz de alumbrar la
realidad y el horizonte de nuestro presente; no digamos ya de enmendar errores.
No me voy a referir aquí al caso español, del que carecemos de un auténtico
debate, debido a la descalificación automática de cualquier hecho que contradiga
la versión ideológica de buenos y malos. Vamos a hablar, de la mano de Hannah Arendt,
de la “memoria histórica de la reciente historia occidental” y de los cimientos
desde los que se edificaron las sociedades en las que hoy vivimos.
Y esa memoria
histórica ha sido una memoria selectiva, como nos recuerda el pensamiento
incómodo de Hannah Arendt. Ha convertido el nazismo en un “mal absoluto” que,
por la sobreabundancia de información al respecto —películas, reportajes,
libros etc.— ha sido capaz de ocultar la existencia de fenómenos similares
previos y posteriores a la época nazi, a cargo de naciones “democráticas” como
El Reino Unido, Francia, Holanda, Bélgica y Estados Unidos. También el caldo de
cultivo económico, político e intelectual, que en los siglos XIX y XX lo hizo
posible, nuestra verdadera “memoria histórica”. Parecería que el nazismo fuese
un caso aislado en el que, en todo caso, hubieran influido las condiciones
draconianas del armisticio de la 1ª Guerra Mundial. El nazismo como todo “mal
radical”, cuyo símbolo ancestral es el demonio, ha acabado por convertirse en
un adjetivo descalificatorio de todo aquel que se atreva a disentir de la
ideología partidaria de la “memoria selectiva”, es decir, que se atreva a
elaborar una argumentación basada en hechos que deben permanecer ocultos. Sin
embargo, el pensamiento incómodo de Hannah Arendt ya argumentó en 1948, en su
libro Los orígenes del totalitarismo
que “La verdad histórica de la cuestión es que el pensamiento racial, cuyos
orígenes se remontan al siglo XVIII, emergió simultáneamente en todos los
países occidentales durante el siglo XIX”.
La filósofa
política arranca del fenómeno del Imperialismo que, a raíz de las crisis
capitalistas de los años 70 y 80 en Europa, al haberse alcanzado un tope en la
producción, reconvirtió la economía productiva en una economía expansionista y depredadora
hacia continentes como África, o países como la India y Egipto. La
consideración de los habitantes de aquellos territorios como “no humanos” dio
pie no sólo a desarrollar el pensamiento racista, sino lo que es peor, a
programar genocidios —en la India “matanzas administrativas”— y en África, justificados
ideológicamente por la supremacía de la raza blanca, aunque obviados por los
poderes públicos de las democracias. También a la creación de un nuevo tipo
humano, representado, ya por los racistas en Sudáfrica; ya por los burócratas, y
aventureros en la India, caracterizados por su inhumanidad. Este concepto, en
lo que respecta a la filósofa que comentamos, se basa en el olvido de la ley,
garante de la libertad, y en la negación del principio de igualdad y
solidaridad de todos los pueblos, garantizadas por la idea de humanidad: “la
raza no es el origen de la humanidad, sino su final”, dice Arendt. En “El
corazón de las tinieblas”, Conrad, a quien la filósofa cita abundantemente,
ofrece ejemplos de ese nuevo “tipo humano”, en el personaje de Kurtz, así como abundantes
datos sobre el genocidio en África. Posteriormente, los países como Rusia y Alemania,
marginados del proceso de dominio del mundo no civilizado, desarrollaron su
propio “imperialismo”, en el seno de la comunidad europea, con la justificación
de un “nacionalismo tribal”, que avalaba la anexión de territorios próximos. El
pangermanismo y el paneslavismo, estudiados en detalle por la filósofa, consolidaron
la alianza entre la elite y el populacho —un subproducto de la sociedad
burguesa, transversal a las clases— sustituyendo a los partidos tradicionales,
en franca decadencia, por “movimientos” de masas.
No fue baladí la
evolución de la intelectualidad europea. Arendt arranca de Hobbes, quien adaptó
la naturaleza humana —un ser que desea “el poder por el poder”—, a las características
del Leviatán. Recala en el
romanticismo que, con su sobredimensión del yo, introdujo el relativismo en el
pensamiento, junto con la idea de la “genialidad natural” que establecía una
nueva aristocracia de “seres superiores”, ajenos a una ley común, y que
prepararía el camino al pensamiento racial. Así llegamos a Nietzsche con su
voluntad de poder y a Darwin con su apuesta por la supervivencia de los más
fuertes. No sólo se desarrollaron teorías específicamente racistas, en Francia
con Gabineau y su Ensayo sobre la
desigualdad de las razas humanas, sino también en Inglaterra con Burke,
quien defiende que la desigualdad corresponde al carácter inglés y Disraeli,
quien asevera que: “El gran hombre es la personificación de la raza, el
ejemplar selecto”, ambos en la peculiar versión de la superioridad de lo
inglés.
Arendt introduce un elemento nuevo en la
reflexión sobre el fenómeno del nihilismo, que se extendió como la espuma por
el pensamiento y el arte de finales del siglo XIX, desde que Nietzsche lo
definiese como “la destrucción de todos los valores”. Su razonamiento es
impecable: la idea de “la expansión ilimitada”, como fuente y finalidad del
sistema capitalista es inviable en un planeta limitado, por lo que su fin
natural es una ruina que destruya la existente para volver a empezar. “La
deshumanización” del arte se sumó a este proceso de destrucción de lo “humano”
en la tradición occidental y abonó la imagen del artista como el bohemio, un
ser marginal que no acataba las leyes ni la moral de su propio país, reducidas
a “la hipocresía burguesa” que había que destruir. ¿Nos suena la canción? Dos
ideologías, a través del poder político y de la nueva alianza entre populacho y
elites, triunfaron de los rescoldos del nihilismo en el siglo XX: el marxismo y
el nacionalismo racista, ambas cultivadoras de la “inhumanidad”, fenómeno que
hoy, un siglo después, sigue vigente, aunque con un plus evidente por la
ideología marxista.
El triunfo de la inhumanidad se consolidó después de la 1ª Guerra Mundial, que redefinió de forma arbitraria las fronteras nacionales, dejando a millones de apátridas que, al no estar en posesión de “los derechos humanos”, ligados al estado nación, favorecieron la idea de la existencia de masas humanas eliminables, lo que se llevó a cabo de forma concienzuda en los totalitarismos nazi y estalinista; ya en aras de la pureza de sangre, ya del logro de una “sociedad sin clases”, creadora de un tipo humano nuevo, carente de los rasgos de la humanidad.
La manipulación
de la memoria histórica europea debería ser hoy en día, que nos enfrentamos al
reto de una pandemia y a la ruina, un toque de alerta para que estemos atentos
a analizar con frialdad y honestidad la realidad y no convertir nuestra memoria
reciente en una “memoria selectiva”. Podríamos caer en los mismos errores que
los que nos han precedido: el populismo, el nacionalismo tribal, la promesa de
una falsa igualdad que petrifique la vida pública, y el seguimiento a un
iluminado salvador que destruya lo existente y nos salve de la pobreza, de la
ruina y de nuestra propia insignificancia.
MARÍA LUISA MAILLARD
NUESTRO GENEROSO Y MISERABLE CORAZÓN
ISABEL BANDRÉS
Los pobres nunca son bienvenidos. Decimos
que sí, pero no. Los aguantamos un ratito, pero no mucho. Enseguida les echamos
la culpa de su pobreza. Si no hubiese ido a comer una vez al mes a la hamburguesería
de la esquina, si no se hubiese gastado el dinero en desayunar los domingos en
el bar, si… Los pobres no tienen derecho a disfrutar de lo que nosotros sí tenemos.
Nosotros podemos ir a comer al restaurante, viajar, beber un buen vino, tener
una buena casa y un buen coche ¿Y por qué nos auto arrogamos esos derechos?
Porque hemos trabajado mucho. No porque hayamos tenido más suerte, o más salud
o hayamos nacido en un país con más coberturas sociales, con más riqueza, con
más trabajo y con una educación pública gratuita. No. Nada tiene que ver con
que hayamos nacido en una familia mejor estructurada, con mejor economía, más
sana física y psicológicamente, más culta. Nada. Sencillamente, nosotros nos lo
hemos currado y ellos, no. Da igual que el pobre sea un sirio que huye de la
guerra, un latino que vive en un país en quiebra que se ha ido al carajo o
provenga de una nación ex soviética con una economía controlada por las mafias.
El pobre siempre termina siendo sospechoso de que algo habrá hecho para estar
en ese estado de necesidad. En definitiva, los pobres son el excedente humano
que por su falta de preparación profesional las sociedades post-capitalistas no
saben dónde colocar y los ciudadanos con mejor suerte, tampoco.
En la crisis que se avecina es posible que
tengamos, a pesar de las ayudas de la UE, mucho más paro y, por lo tanto, mayor
pobreza. Ya se ven grandes colas en las puertas de los comedores sociales y en
los bancos de alimentos. Las colas del hambre nos interpelan y sería de
justicia que no las intentásemos obviar con la excusa de que no podemos hacer
nada ¿De verdad que no podemos hacer nada de nada? En una sociedad digitalizada
en la que se confunde comodidad con felicidad, acostumbramos a ejercer una solidaridad
líquida y confortable: un leve movimiento del dedo índice en el móvil y alguna
causa noble recoge un beneficio. Hoy, al fin, hemos recibido con alegría la
aprobación del Ingreso Mínimo Vital del que se beneficiarán los más desprotegidos.
Esta medida ya se tomó en el País Vasco en 1989 en plena crisis industrial con
buenos resultados. Confiamos que el Ministro Escrivá, un excelente técnico,
haya diseñado una ley eficaz e integradora.
Pero me temo que el Estado no puede llegar a
todas partes ni a todas necesidades y seremos los ciudadanos quienes seamos
interpelados moralmente por las carencias no atendidas. Ejercer la auténtica solidaridad
es algo muy complicado: es humanizar al otro, ponerle un nombre, un rosto y
darle una identidad como igual. Ni mejor ni peor: igual. A pesar de sus
defectos, sus virtudes, su ideología, sus miserias o sus posibilidades: igual. La
solidaridad va mucho más lejos de la ayuda económica o del auxilio puntual. Es
reconocer en el otro al igual y tratarlo como tal. Interiorizar que el otro, el
extraño, es un ser humano tan imperfecto como nosotros y aceptarlo. Igualarnos
con el otro y más, si el otro está en un estado de necesidad extrema, es
complicado y hiere nuestro narcisismo. ¿Cómo igualarnos con el analfabeto, con
el enfermo, con el que habita en la marginalidad?
...2018-2019-2020... Y SUMA Y SIGUE.
Tendemos
a ejercer la solidaridad con los que consideramos nuestros iguales: familia,
amigos íntimos, conocidos, compatriotas… La intensidad de esa solidaridad se va
diluyendo conforme se aleja el grado de consanguinidad o de la cercanía
afectiva. Es natural, nos decimos, mientras nuestra pequeña tribu esté bien,
todo va bien. Los extraños, pensamos aliviados, ya no son cosa nuestra es el
Estado quien se ocupa de ellos con nuestro dinero. ¿Peo son extraños cuándo son
tan humanos como nosotros? ¿O quizá es que los consideramos un poquito menos humanos
que a los pertenecientes a nuestro pequeño círculo? ¿O les otorgamos el titulo
de humanos de manera condescendiente desde nuestra altanería? ¿No será que los consideramos
en realidad un poquito infrahumanos? ¿Utilizaremos la cobertura que les da el
Estado para olvidarlos o/y para echárselo en cara? ¿Es eso lo que realmente
sentimos, aunque no lo admitamos? Nuestra arrogancia no tiene límites. Ah,
nuestro generoso, amoroso, a la vez miserable y mentiroso corazón cuantos
recovecos oscuros y crueles contiene.
ISABEL BANDRÉS
¿TRISTE O DEPRIMIDO?
LIDIA ANDINO TRIONE
PSICOANALISTA
Trataré
en este breve artículo de trazar algunas líneas para esclarecer la difusa y
escurridiza cuestión acerca del límite entre la tristeza y la depresión.
Para
muchos autores las "depresiones" son “el mal de nuestros tiempos” y,
ante ello, la sociedad en conjunto —y no sólo los laboratorios— ofrece a
cuantos las padecen soluciones mágicas: los útiles antidepresivos se convierten
en artificiales píldoras de la felicidad y brindan a los deprimidos la
posibilidad de ser adictos legales.
La
depresión tiene muchos rostros y ninguno. Entre ellos, la tristeza no es
precisamente el más característico. Tanto es así que a veces confundimos la
depresión con el abatimiento y la pena, que son estados afectivos normales.
La
tristeza es un afecto para el que a veces encontramos una explicación, una
causa. Otras veces, no. Sobreviene de pronto una mañana aunque todo “vaya
bien”. Hasta podríamos decir que no sólo es normal, sino que en muchas
ocasiones estando tristes se amplía nuestra capacidad de comprensión sobre
situaciones de nuestra vida en las que no habíamos reparado, que nos permiten
enfocar los problemas de una manera más eficaz o encontrar vías accesibles para
proyectos que veíamos imposibles.
Tanto
la tristeza como la depresión suelen hacer su aparición frente a algún tipo de
pérdida: la muerte de un ser querido, un amor que nos dejó, la pérdida de un
ideal o del terruño ante la migración o el exilio. Es notable que no nos llame
la atención la reacción que esos estados provocan —aún en los casos de
considerables alteraciones— y confiamos, efectivamente, en que al cabo de algún
tiempo ésta desaparecerá por sí sola, juzgando inadecuado e incluso perjudicial
perturbarla.
La
vida humana es un largo recorrido de separaciones, una senda en la que a cada
paso de crecimiento le corresponde una pérdida: tuvimos que despedirnos del
pecho de mamá, de sus brazos para andar, de la casa para ir a la guardería y
así sucesivamente. Hay pérdidas que nos son impuestas y de las que no somos
responsables. Sin embargo sí lo somos de
la jugada siguiente: despedirme de lo perdido, renunciar a ello, aprender a
sustituir y a disfrutar de lo que se abre ante mí en la renuncia. Si esto no se
produce estamos al borde de iniciar el imperceptible deslizamiento de la
tristeza hacia la depresión, que se caracteriza por una falta absoluta de
interés por la realidad, así como la inhibición de importantes funciones
orgánicas, como la alimentación, el movimiento, etc.
Estos
son los signos que, en mayor o menor medida, puede compartir la depresión con
la tristeza. Pero existe uno más relevante que marca el límite entre una y
otra, y es que el deprimido se retira de la vida para dedicarse al autocastigo
con frases como: “soy un estorbo para mi familia”, “no sirvo para nada”, “todo
lo hago mal” pronunciadas públicamente, de manera reiterada y sin pudor. El
síntoma se conduce como una herida abierta que atrae hacia sí misma todo lo que
sirva a un mayor empobrecimiento.
Por
mucho que los familiares y amigos del deprimido quieran ayudarle sólo atinan a
tratar de divertirle y no faltan los clásicos consejos, como sugerir un viaje
por el mundo a modo de curación. En el mejor de los casos todo lo que logran es
distraerle temporalmente del padecimiento pero, en algún momento, vuelve a su
profundo dolor.
La depresión requiere de un pronto tratamiento,
porque la resignación es una peligrosa pendiente por la que el deprimido se
desliza hacia el empeoramiento, pudiendo llegar a la cronificación.
LIDIA ANDINO TRIONE
PSICOANALISTA
SUSI TRILLO
MAITE MARTÍN
PROCURO OLVIDARTE
A fin de cumplir nuestro cometido en el
empoderamiento de mujeres y niñas a través de la educación, compartamos
nuestros recursos, conocimientos y amistad entre nosotras.
Nos gustaría que compartierais vuestra experiencia
y vuestro conocimiento con otras compañeras miembros de otras Federaciones
internacionales a través del programa de HERMANAMIENTO.
Podéis participar en una o varias iniciativas de
las que se expusieron en el webinario.
¿Estaríais interesadas en:
Tener una pen-pal (amiga por correspondencia) en
otra Federación nacional?
Guiar a alguna profesora de instituto en…?
Ser la instructora de alguna estudiante
universitaria?
Enseñar inglés, francés o español on-line a
miembros de otra Federación?
Participar acogiendo a visitantes de otras
Federaciones o Asociaciones?
¿No te gustaría apoyar a una niña en uno de los
países menos desarrollados, posibilitándole que vaya al colegio?
¿Qué otros programas te gustaría desarrollar?
Estamos aquí para facilitar tu HERMANAMIENTO y
compartiremos con vosotras la experiencia que tenemos. Los miembros de tu
Asociación/Federación estarán felices de participar en esta nueva y
enriquecedora experiencia.
Saludos,
Nezihe Bilhan, GWI Convener
of the Twinning Working Group
Eileen Focke-Bakker, GWI VP
Membership
¡¡VAMOS MADRID!! A POR LA FASE 1,5
SIN CORRER...
No hay comentarios:
Publicar un comentario