LA REPÚBLICA ARGENTINA DEJA ATRÁS LOS ABORTOS CLANDESTINOS
LIDIA ANDINO TRIONE
Hace apenas un mes, tras una jornada vibrante que se prolongó durante doce horas, la Cámara de Senadores de Argentina aprobó la ansiada ley del aborto, que vino a reemplazar la ley vigente desde 1921 y que sólo permitía la interrupción del embarazo en casos de violación o de peligro para la vida de la gestante. Todo un hito en una región conservadora y una gran victoria para el creciente movimiento de mujeres y por la diversidad en América Latina.
No
se trata de elegir entre aborto legal o no, ya que abortos existieron siempre,
sino que la relevancia histórica de este acontecimiento es distinguir entre
aborto legal o aborto clandestino, práctica esta última realizada en lugares y
con instrumentos inapropiados, poniendo en riesgo la salud física y psíquica,
sobre todo de las mujeres.
Reseño
aquí los puntos más destacados de la ley:
En ejercicio de sus derechos toda mujer u otras identidades de género con capacidad de gestar, pueden acceder libremente a la interrupción del embarazo y a la atención y cuidados post aborto en los servicios del Sistema de Salud Pública.
El aborto se permitirá hasta la semana catorce del proceso gestacional; fuera de ese plazo sólo se podrá acceder en los casos de violación, o si estuviese en peligro la vida o la salud integral de la gestante. Para las menores de trece años se necesitará la asistencia de al menos uno de sus progenitores o representante legal. Las adolescentes de entre trece y dieciséis años deberán tener un acompañante o "referente afectivo".
En todos los casos, previo a la realización del aborto, se requiere el consentimiento informado de la persona gestante expresado por escrito. La ley pone énfasis en el derecho de las gestantes a resolver la interrupción del embarazo en el Sistema de Salud, en un plazo máximo de diez días desde que lo soliciten.
El profesional que debe intervenir de manera directa en la interrupción del embarazo tiene el derecho a ejercer la objeción de conciencia y derivar sin dilación a la paciente a otro centro hospitalario que sí realice el procedimiento.
Fuente: La Nación. Crédito: Hernán Zenteno. |
La gran emoción compartida por esta nueva legislación ya no es más un deseo o un anhelo sino una realidad que siempre tuvo en cuenta experiencias pioneras en otros países del mundo. Concretamente, en Latinoamérica abrieron camino Cuba, Uruguay y Guyana, así como los estados de Oaxaca y Ciudad de México. El país austral se suma a la lista, siendo el más grande del continente en legalizar esta práctica. Aun así, Amnistía Internacional espera un largo camino hasta que funcione de manera regular en todas las provincias de la República Argentina.
Quienes
batallamos por lograr este derecho seguro y gratuito celebramos el resultado de
la votación junto a la manifestación multitudinaria —no solo de mujeres jóvenes—
toda esa larga noche frente al Senado argentino. Una cuestión de salud pública
y de justicia social.
https://us02web.zoom.us/j/8695208434?pwd=Q09wc3JBYWtidVdCWUdkTmVzZFkrdz09
Código de acceso: 4hawm8
COMENTAREMOS EL LIBRO
En El Aleph, Jorge Luis Borges trata el tema de la percepción del mundo. Además el
narrador dice que logró ver todas las letras de todos los libros, lo cual es
una alusión a otro cuento escrito por Borges en donde un bibliotecario le dice
al protagonista que puede encontrar a Dios en una letra de la biblioteca.
Aleph es el nombre de la primera letra del alefato, o, lo que es lo mismo, la primera de las consonantes en el alfabeto hebreo. Álef es también la primera letra del alfabeto persa, así como álef (o alif) es la primera letra del alfabeto arábigo.
Jorge Luis Borges Acevedo. (Buenos Aires, 24 de
agosto de 1899—Ginebra, Suiza, 14 de junio de 1986). Poeta, ensayista y
escritor argentino. Estudia en Ginebra e Inglaterra. Vive en España desde 1919
hasta su regreso a Argentina en 1921. Colabora en revistas literarias,
francesas y españolas, donde publica ensayos y manifiestos. De regreso a
Argentina, participa con Macedonio Fernández en la fundación de las revistas Prisma
y Prosa y firma el primer manifiesto ultraísta. En 1923 publica su
primer libro de poemas, Fervor de Buenos Aires, y en 1935 Historia
universal de la infamia, compuesto por una serie de relatos breves (formato
que utilizará en publicaciones posteriores).
Durante los años treinta su fama crece en Argentina
y publica diversas obras en colaboración con Bioy Casares, de entre las que cabe subrayar Antología de
la literatura fantástica. Durante estos años su actividad literaria se
amplía con la crítica literaria y la traducción de autores como Virginia Woolf,
Henri Michaux o William Faulkner. Es bibliotecario en Buenos Aires de 1937 a
1945, conferenciante y profesor de literatura inglesa en la Universidad de
Buenos Aires, presidente de la Sociedad Argentina de Escritores, miembro de la
Academia Argentina de las Letras y director de la Biblioteca Nacional de
Argentina desde 1955 hasta 1974. En 1961 comparte con Samuel Beckett el Premio
Formentor, otorgado por el Congreso Internacional de Editores. Desde 1964
publica indistintamente en verso y en prosa.
Borges utiliza un singular estilo literario, basado
en la interpretación de conceptos como los de tiempo, espacio, destino o
realidad. La simbología que utiliza remite a los autores que más le influencian
—William Shakespeare, Thomas De Quincey, Rudyard Kipling o Joseph Conrad—,
además de la Biblia, la Cábala judía, las primigenias literaturas
europeas, la literatura clásica y la filosofía. Publica libros de poesía como El
otro, el mismo, Elogio de la sombra, El oro de los tigres, La rosa profunda, La
moneda de hierro y cultiva la prosa en títulos como El informe de Brodie
y El libro de arena. En estos años Borges también publica libros en
los que se mezclan prosa y verso, libros que aúnan el teatro, la poesía y los
cuentos; ejemplos de esta fusión son títulos como La cifra y Los
conjurados. La importancia de su obra se ve reconocida con el Premio Miguel
de Cervantes en 1979.
NUESTRA
COLECCIÓN DE BIOGRAFÍAS DE MUJERES RELEVANTES EN I.E.S, BIBLIOTECAS E
INSTITUCIONES:
I.E.S. LEGIO VII, LEÓN
I.E.S. JUAN DE LA ENCINA, LEÓN
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DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE LA CORUÑA
BIBLIOTECA ESCOLA POLITÉCNICA, A CORUÑA
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BIBLIOTECA PÚBLICA PABLO NERUDA, MADRID
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BIBLIOTECA PÚBLICA MUNICIPAL LUIS RIUS, TARANCÓN
BIBLIOTECA PÚBLICA DE SEGOVIA
LA REINA DEL AJEDREZ
AMPARO SERRANO DE HARO
Cuando la
plataforma Netflix sacó The Queens Gambit o Gambito de Dama,
una serie de este año 2020, sobre una jugadora de ajedrez imaginaria, cuya vida
transcurre en los años de la Guerra fría, sin duda había planeado cuidadosamente
cuales eran los ingredientes necesarios para conseguir un éxito. No tengo, ni
he visto nunca, las plantillas que utilizan los estudios para idear un producto
“narrativo” con visos de triunfar, pero no es difícil suponer que se basa en mezclar
lo inédito con lo familiar, lo elitista con lo popular, lo nuevo con lo viejo, en
un cocktail cuya combinación resulte atractiva para el apetito (cada vez
más cultivado y también estragado) del consumidor/a habitual de series y
películas. Y en este caso ha sido brillante poner a una niña/mujer joven como novedosa
protagonista de una afición elitista, anticuada y predominantemente masculina.
Pero esta serie,
y esto me parece importante, tiene su origen en una novela, ya que, aunque
luego el argumento se simplifique, esto dará siempre una profundidad, unas
raíces, a la historia, que los productos creados “ad hoc” no alcanzan. En este
caso, se trata de la novela homónima de 1983, del escritor norteamericano
Walter Tevis, un escritor poco conocido, ya muerto. No le sorprenderá a nadie
que haya visto la serie, saber que Tevis era un alcohólico y también un
obsesivo jugador de billar y ajedrez, que en su tiempo libre escribía y daba
clases de literatura para ganarse la vida. Un tipo singular, que atrapado en la
manida dialéctica norteamericana de perder o ganar, tenía la curiosa inclinación
de empatizar con los perdedores. Entre sus personajes principales hay bastantes
borrachos que juegan al billar, un marciano solitario y una jugadora de ajedrez.
Anya Taylor-Joy, protagonista de Gambito de dama |
Pero volviendo
a Gambito de dama, su éxito ha sido equiparado a una especie de Rocky,
en el que en vez del boxeo hay ajedrez, y en vez de machos sudorosos, una chica muy lista. Me imagino que a lo
que se alude con esa peculiar comparación es al género al que ambos pertenecen:
la novela de “aprendizaje” o
Bildungsroman, un término que fue acuñado en 1819, y un género que
ha tenido siempre un gran éxito de público, sea en manos de Dickens o de Thomas
Mann, por citar a los más clásicos. En el ámbito femenino también se ha dado,
el primer ejemplo que me viene a la cabeza es la maravillosa Jane Eyre
de Charlotte Brönte, pero todas las novelas de Jane Austen podrían entrar en
esa categoría y más recientemente, La amiga maravillosa de Elena Ferrante,
sería un buen ejemplo.
Se ha dicho que
su “gancho” es, por lo tanto, el de narrar la historia de un “éxito”
improbable, y que, haciendo un guiño a la cultura del feminismo, ese éxito sea
protagonizado por una mujer (lo que para algunos críticos de cine masculinos ha
sido considerado un detalle irrelevante).
La protagonista
es una heroína maltrecha por las circunstancias de su infancia: madre suicida,
huérfana, recluida en un orfanato… y por su condición de mujer que (y esto es
uno de los éxitos de la historia) va reclamando a su propio modo y estilo visual
a lo largo del relato, pero también, por su “genio”. Y esto es para mí la clave
diferencial de esta historia. Beth Harmon, la protagonista, no es solo una
mujer inteligente que se encuentra aislada en un “mundo de hombres”, sino que
es un genio.
Sin embargo,
Harmon pertenece a un linaje de “mujeres excepcionales” silenciado u oculto por
la indiferencia y el rechazo masculino. Los flash-backs de su infancia
nos llevan a un retrato borroso de su madre, doctora en matemáticas y empeñada
en llevar su vida de un modo personal sin atender a la autoridad masculina. En
cuanto a su madre adoptiva, una mujer que toca el piano muy bien y que ha sido
frustrada en su capacidad musical y también la marital por tener un marido cuya
mayor aspiración es que ella no hable, es enternecedor como entiende a Beth y
como se apoyan mutuamente.
Pero volviendo
al tema del genio en mujeres, creo que si bien hay bastantes historias de
“aprendizaje” en femenino, hay menos historias de genio. El genio en clave
femenino es un concepto inédito: merece reflexión y mucha visualización. Ahora
mismo hay varios proyectos en marcha, biografías de mujeres que podemos suponer
como “geniales”: espero que no se centren tanto en sus “logros”, en su
paciencia, en su disciplina, como en el retrato de su “genialidad”, que es energía
creativa en potencia, capacidad libre e inexplicable… aunque también puede ser,
por su propia fuerza singular, destructiva… Y eso es lo maravilloso de la
serie, no refleja a una mujer haciendo uso de su supuesto “poder femenino”, ni
tampoco es la historia de su acceso al “Poder” (masculino)… Es el “poder” en
estado puro en la mente de una niña/joven mujer, igual que en Una mente
maravillosa, El indomable Will Hunting, o en las memorias de Stephen
Hawking, y eso no se ha visto a menudo reflejado en femenino, en una historia
de mujer.
Por eso al
final, lo de menos es que ella gane el título mundial o no… Pero, sí, amiga lectora,
ella lo gana.
AMPARO SERRANO DE HARO
LOS FELICES AÑOS 20
Dice María Zambrano en La España de Galdós que el mundo de sus novelas “resulta forzosamente un tanto asfixiante, demasiado lleno a fuerza de tan real”. Un mundo sin perspectiva: “Porque al no tener perspectiva, ese mundo de Galdós parece sólo presente, consecuencia de un pasado sin futuro”. Y esa era en realidad la España de mediados y finales del siglo XIX, un país atrasado, pesimista, partidista y empobrecido respecto a sus vecinos europeos, asido a una tradición ya caduca. ¿Cómo fue posible el resurgimiento cultural poco tiempo después, en los años 20 del pasado siglo? ¿Ese estallido de vitalidad y creación que nos lanzó al mundo con nombres como Picasso, Dalí, Ortega y Gasset, Maruja Mallo, Buñuel, María Zambrano, Severo Ochoa, Sánchez Albornoz, la cantera inagotable de los poetas de la Generación del 27 y tantos y tantos otros?
Ese mundo “sin perspectiva” de Galdós estaba
iniciando un lento despegue económico; pero, sobre todo, contaba ya con fuerzas
soterradas que trabajaban por ese florecimiento cultural. Teníamos
individualidades como Santiago Ramón y Cajal, Marcelino Menéndez Pelayo, Ramón
Menéndez Pidal, Pardo Bazán o Sorolla. España se beneficiaba de la labor continua
en la mejora educativa promovida por los hombres y mujeres de la Institución
Libre de Enseñanza con Francisco Giner de los Ríos y Nicolás Salmerón, y tal
vez había muchas más individualidades que permanecían ocultas; pero eran
fuerzas dispersas.
Los vicios heredados se afrontarían sustituyendo la burocracia por la elasticidad a la hora de valorar los proyectos que pudieran ser enriquecedores para el país, obviando la política y ajustándolos a criterios estrictamente científicos y pedagógicos; primando el mérito y la excelencia frente a los intereses partidistas; defendiendo la universalidad del conocimiento. Nos encontramos frente a un programa sencillo que, habida cuenta de los éxitos obtenidos, sería una buena guía para nuestro confuso presente e incluso, algunos de sus presupuestos, aplicables a una situación de crisis como la que sufrimos debido a la pandemia actual: el agrupamiento de todas las fuerzas sociales que tuvieran algo que aportar al país, independientemente de su ideario; la disminución de la burocracia y de la intervención partidista, haciendo primar los criterios profesionales.
La Junta agrupó a los investigadores y estudiantes, mediante la creación de laboratorios y dos Instituciones decisivas: El Centro de Estudios Históricos y el Instituto Nacional de Ciencias Físico-Culturales, aparte de muchos otros como el Museo Antropológico y El Jardín Botánico. De su política de becas en el extranjero se beneficiaron nombres que resonarían en la vida pública española como Antonio Machado, Ortega y Gasset, María de Maeztu, Julián Besteiro, Manuel Azaña, Ramón Pérez de Ayala, Carmen de Burgos, Maruja Mallo, Tomás Navarro Tomás, Manuel B. Cosío, Luis Jiménez de Asúa o Ramón Menéndez Pidal; pero también una larga nómina de profesores, ingenieros, científicos, músicos y pintores, entre los que quiero destacar a tres mujeres que ilustran la amplitud de miras de la Junta: Matilde Ras que estudiaba grafología criminalista; Ángela Barco que trabajaba en el problema feminista y María Domenech, Presidenta de la Federación Sindical de Obreras de Barcelona que estudiaba las Instituciones protectoras de las obreras.
Sin duda la Institución que tuvo más resonancia pública de todas las creadas por la Junta fue la Residencia de Estudiantes, fundada en 1910 y prolongada en 1915 con la Residencia de Señoritas. Fueron dos focos importantes de proyección cultural en España y fuera de nuestras fronteras, y su Director Jiménez Fraud lo logró, siguiendo el criterio de amplitud de miras de la Junta: aunar los esfuerzos de todos los sectores sociales que pudieran contribuir al progreso cultural del país.
Tras el paréntesis de la Gran Guerra, Jiménez Fraud, decide intensificar la proyección cultural de la Residencia mediante una política activa de relaciones culturales con el extranjero, que “blindase” la Residencia, amenazada tras el golpe militar de Primo de Rivera en 1923. Era un viejo proyecto. En 1922, a iniciativa de H. G. Wells, ya había iniciado contactos con el embajador inglés y, con el apoyo del Duque de Alba, se crea en 1923 un Comité hispano-inglés, que se define como una sociedad independiente, colaboradora con la actividad de la Residencia. La orientación conservadora y anglófila del Comité, que pronto se pone en evidencia, le parece insuficiente a Jiménez Fraud y en 1924 decide equilibrar su programación a través de la colaboración con la Sociedad de Cursos y Conferencias con el fin ampliar sus actividades hacia escritores y artistas franceses y centroeuropeos, así como hacia las tendencias más innovadoras del arte del momento. Fue así cómo los nombres más punteros de la cultura europea aterrizaron en la Residencia: Einstein, Keyserling, Marie Curie, Paul Valery, Paul Claudel, Luis Aragonés, Marinetti, Le Courboussier, Walter Gropius, Igor Stravinsky, Maurice Ravel y tantos y tantos otros hasta alcanzar los 100 conferenciantes entre los que no faltaron nombres españoles como Ortega y Gasset, Marañón, Falla, Luis de Zulueta, Eugenio D’Ors, Azorín, Gómez de la Serna o Andrés Segovia.
En ese proyecto desempeñaron un papel importante
las mujeres. Aunque la Sociedad de Cursos y Conferencias contaba con
intelectuales ilustres como Ortega y Gasset, Zubiri, J.R. Jiménez, Américo
Castro, Menéndez Pidal, Dámaso Alonso, Alberti, Bergamín y un largo etc., el 65
% de los socios eran mujeres y eran mujeres quienes ostentaron en principio los
cargos de la presidencia, tesorería y secretaría. ¿Quiénes eran estas mujeres?
En el apartado de “mujeres olvidadas” que hemos iniciado, vamos a hablar de
algunas de ellas.
LAS MUJERES Y LOS LIBROS
IMÁGENES SOBRE LAS MUJERES Y LA LECTURA LAS IMÁGENES (1)
INÉS ALBERDI
Son miles las figuras
femeninas representadas en la pintura y a nosotros nos van a interesar aquellas
imágenes que asocian a las mujeres con los libros ¿Por qué? Precisamente por
ser una imagen que contradice, inicialmente, la posición social de las mujeres.
Ha sido frecuente separar a las mujeres de los libros en numerosas sociedades
conocidas: no enseñarlas a leer o no dejarlas usar de la lectura más que de forma
controlada y restringida. Y todavía eso es una realidad hoy en día en numerosos
lugares del mundo.
Pieter Janssens Elinga, (Holanda 1623–1682), Mujer leyendo 1668/70. |
Por eso nos importa rastrear, conocer y valorar las imágenes que asocian a las mujeres con la lectura. Por entender que tienen un mensaje, que unas veces se oponen al estereotipo femenino tradicional y las más de las veces se oponen a la realidad de la mayoría de las mujeres. Al oponerse a la generalidad, al quebrar el estereotipo, muchas de estas imágenes cuestionan los roles de género. Ya sea porque niegan la evidencia o porque pretenden señalar un camino solo para las elites en el que apenas tienen cabida las mujeres comunes. Este es el caso de numerosas imágenes renacentistas femeninas que las retratan leyendo o junto a sus libros.
Pierfrancesco di Jacopo Foschi, (Florencia 1502-1567), Retrato de una dama 1530-35, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid. |
La lectura aparece como
una actividad con múltiples significados, ha sido el camino del saber para
unos, para otros el del poder y para otros simplemente una ventana de la
imaginación. Nosotros queremos echar sobre la lectura una mirada de género pues
consideramos que ha tenido históricamente un significado especial y diferente
para los hombres y para las mujeres. A las mujeres se las ha tratado durante
siglos de mantener ajenas al mundo exterior y la lectura ha sido para ellas un
camino para conocerlo. En todas las épocas, hasta en las más oscurantistas, las
mujeres han obtenido de los libros el alimento espiritual que en tantos
aspectos se les negaba.
Mihály Munkácsy (Hungría 1844–1900). |
Es difícil hablar de la
historia de las mujeres globalmente, pero, evidentemente, hay una serie de
características que han diferenciado las condiciones sociales de vida de
hombres y mujeres. Esas características han ido variando con el paso del tiempo
y con las diferentes circunstancias económicas y políticas de cada sociedad.
Queremos analizar que ha significado la lectura para las mujeres, describir que
les ha aportado, partiendo de la idea de que, como grupo, han sufrido
históricamente una gran discriminación.
Claude Buck, (Estados Unidos 1890-1974), La lectora. |
Hay grandes diferencias
entre las mujeres de diferentes sociedades pero, aun hoy todavía, se mantienen
algunos rasgos comunes a todas ellas. Incluso en las sociedades más avanzadas y
democráticas, todavía se advierten rasgos de su historia de inferioridad
social, como la menor pertenencia a las elites de dirección de las mismas. Las
mujeres son minoritarias en los grupos de poder económico y político en todas
las sociedades y, aun en muchas de ellas, tienen obstáculos formales para estar
en dichos grupos.
A la vez, queremos
hacer un elogio de la lectura. No es fácil explicar las potencialidades de la
lectura, pero podemos apoyarnos, para hacerlo, en las reflexiones de tantos
autores que han escrito sobre ella. El elogio de la lectura se ha hecho muchas
veces y de formas muy diferentes. Montaigne decía que la lectura es una forma
de felicidad. Cicerón, muchos años antes, dijo que el paraíso era tener un
libro en un jardín.
Peder Severin Kroyer, (Dinamarca 1851-1909), Rosas 1893. |
La lectura produce emulación y son muchos los que se han aficionado a ella por ver leer a otros, como tantas actividades humanas. Emerson escribió que una biblioteca es un gabinete mágico, porque en ella están encantados los mejores espíritus de la humanidad, que esperan de nosotros para salir de su mudez. Y que al abrir el libro nosotros los despertamos. Charles Lamb decía que le encantaba perderse en la mente de otras personas, pues eso era para él la lectura. Y decía que se sentaba a leer y pensaba, “los libros piensan por mi”. Elisabeth Hardwick, crítica literaria americana, escribe que la lectura “es barata, consuela, distrae, emociona, proporciona un gran conocimiento del mundo y una amplia experiencia: es una iluminación moral”. Y hace una de las frases más célebres acerca de la experiencia de leer, “el mayor regalo que podemos tener en la vida es la pasión por la lectura”.
Joaquin Sorolla, (España 1863-1923), Perfil
de Clotilde 1884, Museo Sorolla, Madrid. |
La historia de las
mujeres y los libros nos interesa porque la literatura ayuda a entender la
experiencia humana, a relacionarnos con otros mundos y con otras circunstancias
tanto en el tiempo como en el espacio. El conocimiento del mundo se amplía a
través de los libros y ello es aún más valioso para aquellas que lo tienen más
limitado. Frente al libro todos los lectores son iguales. No importa la edad ni
la condición social ni el sexo del que coge un libro, este se abre para esa
persona con la misma claridad, las mismas informaciones y ofrece el mismo mundo
de pensamiento y acción a todos.
Federico Zandomeneghi (Italia/Francia 1841-1917). |
En este sentido es en el que los libros se revalorizan para las mujeres como instrumento de conocimiento, de desarrollo personal y de disfrute, por esas limitaciones que durante siglos se les han marcado. Y por eso mismo, la lectura tiene para todos, pero especialmente para las mujeres de ciertas épocas y ciertas sociedades, una connotación de rebeldía y libertad. La lectura se ha identificado muchas veces como un arma para las mujeres y como algo que les hace fuertes.
INÉS ALBERDI
EN VOZ ALTA Y PELO LARGO
ELENA G. DEL PINO
La primera entrada de esta sección quería titularla "La ciencia del amor", en referencia al breve relato que a continuación os contaré y porque gracias a Susi Trillo vuelvo a los cuentos que amo, que me acompañan, me persiguen, me agitan, me arrullan.
Esta nueva sección nace así, desde ese sentimiento que tiene vocación de ser pronunciado, confesado, manifestado. Nace con sencillez y entusiasmo para dar a conocer o para recordar juntos estos relatos que tan feliz me hacen, esperando contagiaros.
En voz alta y pelo largo, ¿por qué? La narración oral hoy en día parece trasladarnos a la etapa infantil y, sin embargo, sigo sintiendo en ella un gran potencial para la difusión de la cultura, creando un ambiente amable, abierto y de intercambio, complementario a la hermosa soledad de los libros. Por otra parte, como decía antes, no puedo evitar declamar, narrar, poner voz a estos relatos. El pelo largo es un guiño a mi melena que crece y crece, pero también porque para AMMU quería elegir o bien pequeñas narraciones, relatos, fragmentos literarios de autoras, o cuentos cuya razón de ser nos muestren un personaje protagonista femenino eminente. Por último, señalar que narraré una versión oral preparada especialmente para este blog y, en la medida de lo posible, pondré a vuestra disposición al pie de la sección, un link que os lleve a la versión original escrita, si existe en red y si no, os dejaré a la búsqueda del tesoro.
La voz que tengo el placer de encarnar en
esta primera cita es la de Carson McCullers. Me reservo el título del cuento
para que se desvele en ese preciso y precioso momento elegido por la autora.
¿Por qué este cuento? Porque en estos tiempos áridos, duros y fríos que nos
está tocando vivir, la ciencia del amor, sencilla, sin artificio, que todo lo
abarca, amor por amor, casi intransitivo, sencillo Amor mayúsculo, pueda llegar
como una "lluvia suave y gris" de primavera.
ELENA G. DEL PINO
ELENA G. DEL PINO narra, teatralizando, el relato Un
árbol, una roca, una nube que Carson MacCullers ecribió en 1942 y fue
publicado en Harper’s Bazaar ese mismo año.
NURIA ALKORTA
La
primera entrada de esta sección pretende servir como presentación y como una
sencilla declaración de intenciones, o dicho de otro
modo, del destino inicial de nuestro viaje.
Debo
empezar agradeciendo a Susi Trillo por su ánimo y apoyo para iniciar este
propósito. Fue fruto de una semilla que, como tantas otras de la vida, prendió
en una comida entre amigos y, más concretamente, estando apoyadas Susi y yo en el
mostrador de la cocina, entre fogones, mientras tomábamos un aperitivo y atendíamos
al guiso que se iba a servir aquella jornada. Con este apunte también quiero
decir que, ya en su primer latido, esta sección ha nacido como una expresión
del disfrute de la vida y del calor de la amistad. Y según veo, ese espíritu cordial
debe seguir siendo su motor y su estilo también en lo sucesivo, puesto que ese es
precisamente su fin último: disfrutar con algunas notas sobre teatro que me
propongo ofreceros de una manera sencilla y cálida.
El
título elegido para la sección, “Mujeres en la escena”, enmarca de manera
amplia el tema, pues si bien esta página se dedica al teatro nos hablará de
mujeres y, más específicamente, de mujeres en
el escenario.
Debo
hacer aquí algunas aclaraciones.
En
esta sección hablaré de personajes teatrales femeninos y, a veces, de las
actrices que los encarnaron. Es decir, por un lado, hablaré de mujeres, entendidas como un
ser metafórico compuesto del personaje y de la actriz concreta que lo
interpreta, conjunción que toma vida en el escenario real de la
representación teatral. Pero, sobre todo hablaré de personajes de mujeres que desde la tinta de la página impresa han cobrado
vida en el escenario de mi imaginación, y espero que en el de la vuestra al
leer el texto teatral.
Cada
mes compartiré mis impresiones del encuentro personal con algunas de esas
mujeres que, por diversas razones, son relevantes y significativas no solo para
mí sino que pueden serlo para un amplio grupo de amantes del teatro. He
intentado huir de mi propia biografía de actriz para no explotar una vía
demasiado personal, aunque sí compartiré muchas ideas propias sobre actuación y
sobre la significación y el desvelamiento dramático de los personajes aludidos.
Ya advierto que con estas reflexiones en ningún caso pretendo ejercer de
crítica teatral o de experta en literatura dramática, puesto que no soy ninguna
de las dos cosas.
Cada mes se presentará a un personaje. Para abrir apetito y por si queréis leer las obras en las que estas mujeres campan a sus anchas, avanzo que en las próximas entregas escribiré sobre el personaje de Nora: joven madre asfixiada en una Casa de muñecas y protagonista del drama compuesto en 1879 por el noruego Henrik Ibsen. También hablaré de Leonor de Castro, protagonista juvenil de la comedia de enredo titulada Los empeños de una casa, escrita en 1683 por sor Juana Inés de la Cruz, y de cómo la gran Fénix de los Ingenios mexicana volcó en su personaje rasgos de su propio retrato. Trataremos de la extranjera Medea, personaje inmenso por su dolor y crueldad que da título a la tragedia de Eurípides, escrita y representada en el año 431 antes de Cristo. Además, como reverso o complemento del anterior, profundizaremos en un personaje colectivo que nos habla de la persecución y el desamparo: el coro femenino de la tragedia de Esquilo titulada Las suplicantes.
A nuestras páginas también se asomará el personaje de Anna Fierling, más conocida como la obra que protagoniza y que lleva el título de Madre Coraje y sus hijos, escrita por Bertolt Brecht en 1939, y junto a ella, como reverso del mismo guante, hablaremos de Helene Weigel la actriz que le dio vida por vez primera en el Berliner Ensemble. Y aún hay más: Julieta, protagonista con Romeo de la icónica obra de William Shakespeare; Señorita Julia, personaje atormentado fruto del talento no menos atormentado de su autor, August Strindberg; Semíramis, Hija del aire según lo que esta reina asiria dice de sí misma gracias al genio de Calderón…
Helene Weigel como Anna Fierling (Madre Coraje) en 1967 |
En nuestra
sección hablaremos también de personajes femeninos constituidos por su
pertenencia a un grupo familiar, como un enjambre dramático: por un lado, discurriremos
sobre las mujeres de la familia Prózorov aglutinadas bajo el nombre grupal de Tres hermanas según el título de la obra
de Antón Chéjov; y por otro lado, sobre las mujeres de la familia Alba (madre, abuela,
hijas y sirvienta) que protagonizan la obra de Federico García Lorca La casa de Bernarda Alba.
Está
a punto de abrirse el telón, apaguen sus teléfonos móviles, la función va a
comenzar.
A. PILAR RUBIO LÓPEZ
El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia de Madrid, en colaboración con el Stichting Kuntmuseum Den Haag de La Haya y de la Comunidad de Madrid, exhibe una exposición, comisariada por Hans Janssen, que reúne obras de Piet Mondrian y de artistas del movimiento artístico De Stijl, quienes abanderaron una nueva forma de ver el arte, desde el prisma de la abstracción geométrica y de la plasticidad pictórica, preconizando la modernidad.
Cubierta de la revista De Stijl |
De Stijl, revista creada en
Holanda durante la Primera Guerra Mundial, tomó el nombre del movimiento homónimo
y se convirtió en una plataforma divulgadora y punto de encuentro de los
artistas innovadores que derribaron las fronteras entre las disciplinas para
integrar a todas las artes: arquitectura, escultura, pintura, diseño, música… Al
mismo tiempo, la revista se convirtió en un faro de la nueva concepción del
arte y representó a los artistas que asombraban al mundo con sus figuras geométricas
y sus líneas de colores, creando una idea de dinamismo y libertad.
© Fotografía, Joaquín Cortés/Román Lores, archivo
fotográfico del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía |
Mondrian (Amersfoort, Holanda, 1872- Nueva York, 1944) fue el mejor representante de este arte moderno que significó una revolución artística en los años 20 del siglo pasado, pues los protagonistas de la modernidad consideraban que en la superficie, en las estructuras y en el colorido de las composiciones era donde verdaderamente residía la belleza de la obra de arte.
La muestra reúne hasta el 1 de marzo de 2021
-con las consiguientes dificultades en tiempos de pandemia- 35 cuadros de Piet
Mondrian, 60 de autores pertenecientes a De Stijl -entre ellos, Theo van
Doesburg, instruido en La Bauhaus- y multitud de representaciones y objetos.
Obras creadas por los vanguardistas en su voluntad de transformar el mundo:
diseño de ciudades, de viviendas —con algunas referencias a Le Corbusier—, de
muebles, de objetos cotidianos… destacando la relación del hombre con la
naturaleza y la interacción de la forma de vida de las personas con el entorno.
En el recorrido, diferentes salas muestran
la evolución de Mondrian desde el arte figurativo de la primera etapa, con
bodegones y paisajes, hasta la abstracción; y cómo va transformando su estilo
desde el simbolismo a la deconstrucción. En salas diferentes, se exhibe la obra
de artistas que alimentaron el espíritu de De Stijl con ejemplos que van
desde maquetas a objetos de diseño y mobiliario, incluso una habitación para
niños donde se fusiona la arquitectura con el interiorismo.
Mondrian, enamorado de la música y del baile -su obra también se nutre de la métrica-, despide la exposición con aire de jazz, de pop y de modernidad, reflejo de su estancia en Nueva York cuando emigró al nuevo continente huyendo de la guerra y del nazismo.
LA DEMOCRACIA,
NUESTRA RESPONSABILIDAD
ISABEL BANDRÉS
Estados Unidos ha sido una democracia desde su
declaración de independencia en 1776, trece años antes de la toma de la
Bastilla. La diferencia está en que la democracia en Estadios Unidos sigue en
pie 246 años después, mientras que en Francia sólo duró cuatros años ya que
luego llegaron el Directorio, el periodo del Terror y el golpe de Estado de
Napoleón. Nosotros, los españoles, para nuestra desgracia, estuvimos
entretenidos durante dos siglos en pronunciamientos militares y enfrentamientos
estériles. Sería muy aconsejable que nuestros políticos leyesen la historia y así
evitasen sacar conclusiones precipitadas. Creo que eso les ayudaría a hacer
acopio de la prudencia, virtud que poco practicada por estos lares. No podemos
olvidar que nuestra democracia tiene solo cuarenta y tres años, el periodo más
largo de paz y libertad de nuestra historia, y eso se lo debemos a la
Constitución de 1978, ahora tan malquerida por tantos.
En los principios básicos de la democracia
radica su debilidad. Reconocer las múltiples sensibilidades de los ciudadanos, respetar
la libertad de todos, fomentar la igualdad en la diversidad, mantener una serie
de contrapesos entre instituciones y frenar las ansias de poder de algunos no
es asunto fácil. El ejemplo lo tenemos en tantas democracias fallidas que solo
conservan el nombre, siendo el resto una mascarada como sucede en la Polonia de
Morawiecki, la Turquía de Erogan, la Rusia de Putin, la Nicaragua de Daniel
Ortega, la Venezuela de Maduro, la Italia de Salvini…
Foto: HBO |
Una de las tareas que se han propuesto algunos
de nuestros políticos es destruir el llamado Régimen el 78 y para eso atacan a
la Constitución que contiene no sólo los tres principios proclamados por la revolución
francesa, sino que da un paso más e impone al Estado la obligación de promover las
condiciones para que los principios de igualdad y de libertad sean reales y
efectivas (artículo 9.2). Además, en diferentes artículos (38, 130, 131, 128.2)
otorga a los poderes públicos instrumentos legales suficientes para intervenir
en la economía. Nuestra Constitución no solo tutela los derechos civiles sino
también los económicos.
Hay que admitir que todas las Constituciones
necesitan una puesta a punto llegado el momento, lo que no significa anularlas.
Hay en nuestro país un deseo ciego por crear una justicia y una igualdad “absolutas”
que se supone nos dará la nueva Constitución. Cuidado con “los absolutos”. La tragedia consiste —nos
señala Hanna Arendt—, en que las leyes
son hechas para los hombres, no para los ángeles ni para los demonios. Las
leyes y todas las “instituciones duraderas” se arruinan no sólo por la
embestida de la maldad sino también por el impacto de la inocencia absoluta […].
Introducir el absoluto en la esfera de la política […] significa la perdición”.Cuando
el ideal de lo absoluto se incorpora a la esfera pública se pierde toda
posibilidad de estabilización de una vida realmente respetuosa con la pluralidad
y la libertad política. Pasó en la revolución francesa: el poder absoluto del monarca
francés (Rey Luis XVI) fue sustituido por el concepto de “voluntad popular”, de
tal modo que los revolucionarios se convirtieron en líderes despóticos e intentaron
imponer una única voz al mismo tiempo que atribuyeron al “pueblo” una unanimidad
rotunda, sin un resquicio para la diversidad. La misma dinámica la vemos hoy en
Venezuela, Rusia, Nicaragua… Una democracia se basa en la ley y en la pluralidad
que tiene que tener encaje en unas instituciones tan firmes como flexibles para
poder conceder la igualdad a todos los ciudadanos sin importar sus ideas,
color, religión o clase social. Difícil tarea.
La democracia no solo está
en manos de los políticos, está principalmente en las nuestras. Si amamos vivir
en una democracia real defendámosla con nuestros actos, nuestro pensamiento, nuestras
palabras y nuestro voto. Es nuestro deber saber distinguir a los auténticos
demócratas de los falsos, huir de las demagogias y analizar la realidad utilizando
la razón. Mantener una democracia real es responsabilidad de todos los demócratas
más allá de ideologías y de partidismos.
ISABEL BANDRÉS
MARÍA LUISA MAILLARD
La Sociedad de Cursos y Conferencias,
volcada en las actividades de la Residencia de Estudiantes y de Señoritas,
estaba en su inicio formada mayoritariamente por mujeres. No sólo en el
porcentaje de socias, que llegó a alcanzar el 65%, sino en su equipo directivo:
La Duquesa de Dúrcal como presidenta, María Luisa Kochertaler como secretaria y
la Condesa de Yebes como tesorera. Eran las mujeres que los detractores de
Ortega, denominaba despectivamente “las duquesas de Ortega” y que lograron
arrastrar en su proyecto no sólo a mujeres de la alta sociedad, sino artistas e
intelectuales de primera fila como Concha Méndez, Rosa Chacel, Ernestina de
Champurcín o María de Maeztu. Vamos a detenernos en las mujeres que presidieron
inicialmente la Sociedad, para destacar a una de las más desconocidas: María
Luisa Kochertaler, María Luisa Caturla, tras nacionalizarse española y tomar el
apellido de su madre, e inicialmente María Luisa Levi, antes de su matrimonio.
María Luisa Caturla |
Estos cambios de apellido han podido
dificultar, sin duda, el rastreo de su trayectoria. De su larga y fructífera
vida sólo encontramos referencias contemporáneas en dos artículos de Patricia
Molins y Patricia García Montón respectivamente. Sin embargo, tales cambios de
nombre nos alertan sobre su capacidad de renacimiento, de enderezar un destino
bifronte de privilegiada y víctima. Nacida en Barcelona de madre española y
padre judío alemán, de apellido Levi; contrajo matrimonio en fecha temprana con
otro judío de procedencia alemana, en los prolegómenos de la Gran Guerra que
acabaría con el intento de asimilación de los judíos alemanes en los
crematorios de gas. Ella supo reinventarse con cada cambio de nombre,
entendiendo la vida como un continuo renacimiento, tal como le pronosticó su
primera mentora, doña Emilia Pardo Bazán. El destino la hizo pertenecer a la
aristocracia del dinero, a través de su padre, uno de los gestores de la
inversión de capital alemán en la España de finales del siglo XIX, ligado en
principio a la industria eléctrica y, posteriormente a la minera. Hija única,
nació en 1888 y a edad temprana contrajo un matrimonio concertado con su primo,
Kuno Kocherthaler, socio de su padre, a raíz del fallecimiento de su progenitor.
Ahí finaliza la primera etapa de su vida, marcada por el destino, que sólo le
proporcionó, aparte de cuatro hijos, el dominio de las lenguas y amplios
conocimientos de arte, a través de la actividad coleccionista de su familia.
A partir de ahí, encontramos a María Luisa
Caturla en 1915 compartiendo el proyecto pedagógico del “Taller de encaje”,
promovido por doña Emilia Pardo Bazán, cuyo objetivo era rentabilizar la
actividad creativa y artesanal de las mujeres humildes. En los años 20, todavía
firmando como Kochertaler, ya está participando de forma activa en el entorno
de la vida cultural de la Residencia de Estudiantes y de la Revista de Occidente, como secretaria de
La sociedad de Cursos y Conferencias. Amiga de Ortega y Gasset, con el que
mantuvo hasta su fallecimiento una copiosa correspondencia, y de María de
Maeztu, dictará cuatro conferencias en 1931 en la Residencia de Señoritas sobre
su gran tema de estudio “El arte nuevo”, basado en el libro que ya estaba
escribiendo Arte en épocas inciertas.
En su original trabajo, conectaba las manifestaciones artísticas con la
incertidumbre espiritual de ciertas épocas, encontrando semejanzas entre el
gótico tardío y las vanguardias. El texto verá la luz en 1944 en Revista de Occidente, donde también
publicará el artículo “La Verónica. Vida de un tema y su transfiguración por El
Greco”. Desde 1922 en que su familia adquirió La Verónica de El Greco, será el cuadro preferido de Caturla, que
conseguirá salvar de la guerra y que presidirá su habitación hasta su
fallecimiento.
los hermanos Kocherthaler, Ortega y Gasset y María Luisa Caturla, 1923.
María luisa Caturla había seguido ampliando
sus conocimientos sobre arte, una vez que sus hijos habían pasado la primera
infancia. En 1921 asiste en Munich a un curso, impartido por Hëinrichh Wolfflin
y en 1933 en la recién creada Facultad de Filosofía y Letras, a los cursos de
Miralles y Elias Torno. Su actividad en la Sociedad de Cursos y Conferencias
comienza en marzo de 1923 como anfitriona de Albert Einstein y su mujer Elsa, quien
era pariente de la familia de su marido. El reciente Premio Nobel quería salir
de Alemania, tras haber sido amenazado de muerte por el partido nacional-socialista,
creado en 1920. Jiménez Fraud y el círculo de Ortega habían tenido la visión de
que estas mujeres cultas de la aristocracia de la nobleza y del dinero, no sólo
podían apoyar económicamente a la Asociación, como “socias protectoras”, sino compartir
ideas y contactos valiosísimos en el mundo cultural europeo. Muchas de estas
mujeres llegaron a profesionalizarse, como le sucedió a Caturla, y a
desarrollar interesantes trayectorias no siempre reconocidas.
Libros de María Luisa Caturla |
El logro más preciado de Caturla, fue poner al servicio de la Asociación sus abultados contactos en el mundo del arte, para organizar en el Jardín Botánico, los días 20 y 25 de marzo de 1929, la exposición “Pinturas y esculturas de españoles residentes en París”, en la que participaron Pancho Cossío, Picasso, Juan Gris, Dalí, Joan Miró, Gabriela Pastor, José María Ucelay, Francisco Bores, Benjamín Palencia y el escultor Alberto Sánchez. Fue un hito de las vanguardias artísticas en Europa y una muestra de que estas mujeres cultas de la alta sociedad tenían mayor sensibilidad hacia los movimientos artísticos que muchos de los críticos del momento. Fue inaugurada con un discurso de José Moreno Villa, en el que defendió el carácter vitriólico y revulsivo del “arte nuevo” y muchos de los cuadros expuestos pertenecían a colecciones privadas, entre ella, la de la familia de Caturla.
1929 es también el año del crack de la bolsa americana y de la ruina de la familia de Caturla que, después de la Gran Guerra, había desviado sus inversiones hacia Estados Unidos. Son años convulsos. El clan debe vender su colección de arte, que se encuentra hoy en los grandes museos del mundo y María Luisa Caturla se va distanciando de las actividades culturales, especialmente después de la llegada de la República y la creciente politización de la sociedad española. La recién instaurada República subvenciona el proyecto de la Residencia y desaparece la aristocracia de la dirección de la Sociedad de Cursos y Conferencias. La condesa de Dúrcal es sustituida por Ignacio Bolívar en la presidencia y Caturla por Dolores de Marañón en la tesorería. Es el momento en que nuestra protagonista consigue el divorcio, decide nacionalizarse española y afrontar su menguada situación económica profesionalizándose en el mundo del arte.
Lo logrará a su vuelta a España, después de
su estancia en Suiza durante el paréntesis de la guerra, contando ya 51 años y
apoyada por los amigos que había conservado de su etapa de los años 20,
especialmente J. Sánchez Cantón que había trabajado en el Centro de Estudios
Históricos y fue el encargado de salvar los cuadros del Museo del Prado, al
inicio de la Guerra Civil. Era a la sazón vice-director del Museo, del que
sería director a partir de 1960. Caturla regresa al domicilio de su madre en la
Calle Fortuny 42, que ha sido respetado por los bombardeos e inicia su tercera
vida. Se nacionaliza española y, después de haber pasado por el estudio de los
grandes pintores del Siglo de Oro, especialmente El Greco, publica en 1947 Los retratos del salón dorado en el antiguo
Alcázar de Madrid y en 1952 colabora con Sánchez Cantón en el libro Un pintor gallego en la Corte de Felipe IV.
Antonio Puga. Un año después ya está dedicada, por recomendación de su fiel
amigo Ortega, al estudio de Zurbarán, convirtiéndose en su mayor especialista,
tras encontrar su partida de defunción después de una exhaustiva búsqueda en
los archivos. Publicó sobre el pintor libros decisivos como Juan de Zurbarán (1953), Velázquez y Zurbarán (1960) y Fin y muerte de Zurbarán (1964). En 1965
participó en el catálogo de la exposición organizada por el Museo del Prado “Zurbarán
en el III aniversario de su muerte”. Desde 1960 fue vocal del Real Patronato
del Museo del Prado. En 1979 ingresa en la Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando y en 1982 fue nombrada académica honoraria de la Real Academia de
Extremadura. Murió en Villaviciosa de Odón, en 1988 a los 96 años de edad,
después de una vida cumplida en la que supo afrontar privilegios y
adversidades.
MARÍA LUISA MAILLARD
“His level of egotism is rarelyexhibited outside of a clinical environment”.(Su nivel de egotismo es raramente exhibidofuera de un medio ambiente clínico).David Remnick, “An american tragedy”,The New Yorker, 9/11/2016.
“Trumpism as a social experiencecan be understood as psychotic-like phenomenon”.(El Trumpismo como experiencia social
puede ser entendido como un fenómeno psicótico)”.Joel Whitebook ,The New York Times, march 20, 2017.
Cuando escribí para el Blog de AMMU, “Un
diván para Donald Trump”, la mayoría de los periodistas y analistas políticos
no se habían atrevido a tocar con claridad y seriedad el paralelo de la
conducta de Donald Trump con la psicosis y menos con la psicotización de la
sociedad norteamericana. En el entendido de que un psicótico en el poder y en
el lugar del símbolo identitario de una nación psicotiza o por lo menos provoca
que aflore una tendencia a la psicosis. Claro que la estructura psicótica ya está
ahí; el discurso paranoico del líder sólo recoge la cosecha.
Desde el principio de su campaña, tanto
sus arengas a las masas como sus debates daban cuenta del carácter paranoico
del discurso de Donald Trump: 1) como el paladín de los olvidados a los que
sólo él podía redimir (delirio de grandeza); 2) el empresario que siempre había
logrado lo que quería (con trampas y quiebras); 3) el narcisista, en el centro
del universo, cuya egolatría se expresa en el odio a los diferentes, mujeres, extranjeros,
migrantes, homosexuales… los otros que no son él (pruebas finas para
diagnosticar la paranoia); 4) el erotómano, rodeado de mujeres (el delirio de
afirmar una virilidad en duda); 5) el trasgresor de la ley, desde la campaña,
que insulta a Hillary Clinton en un debate público con un “Whalt a nasty woman”
(Qué pinche vieja), ¡sin ser descalificado de la contienda!
Una conducta que ya anunciaba la gran
pesadilla para el pueblo norteamericano. Pero aún sumado todo esto, nadie
imaginó estos cuatro años de pesadillas, que por fortuna terminan, sí y sólo
sí, el sistema le pone un alto definitivo a toda esta paranoia posicionada del Partido
Republicano y el Estado norteamericano. Con un personaje tan atrabiliario, sin
ley, del que no podía esperarse otro desenlace.
Recientemente, The New York Times, hizo una lista de los insultos que profirió a
lo largo de estos cuatro años, a voz en cuello, por twitter, su arma favorita
de combate, especialmente a los mexicanos, sin ningún signo de indignación del Gobierno
de México. Un Trump, no cabe duda, resultado de la parte más radical de la
sociedad, o de la sociedad estadunidense con su delirio supremacista blanco,
psicotizado, que se apoderó de gran parte del Partido Republicano; un partido
que se caracterizó como un organismo de leyes, conservador, pero que terminó
dándole espacio a teorías de la conspiración, y a soportar durante cuatro años
los insufribles desplantes del inquilino de la Casa Blanca.
Sin duda, el proyecto de hacer de
“America First”, condujo a una desaparición de los Estados Unidos de
Norteamérica, hasta del mapa mundial, algo inédito en la historia política de
este país. Un abismo que Joe Biden y Kamala Harris tienen el reto de dragar, y
que les va a exigir un gran esfuerzo y tiempo. En un momento en que algunas
potencias ya están aprovechando el delicado momento del Imperio del Norte, para
ocupar espacios vacíos: Armenia, Turquía, China, Rusia, más los que se sumen.
Un cambio excesivo en el tablero del ajedrez de “el casino global” (Eugenio
Trías) que, aunque se sabe que Biden ha conformado un gabinete muy sólido, va a
tener que construir una política de gobierno, pública e internacional muy
amplia ante semejante desafío.
Trump, sin ideología cual ninguna y a
la sombra de Steve Bannon, a quien antes de irse indulta, arrancó del mapa
mundial a Estados Unidos de Norteamérica, destrozó instituciones afuera y
adentro. En un momento delicado de la pandemia de covid-19, se salió de la Organización
Mundial de la salud (OMS), retiró el subsidio a organismos internacionales, como
el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). Además de dejar
un país gravemente dividido y herido, con seguidores, por decirlo suave enardecidos,
enloquecidos por acentuarlo fuerte, que ya no creen en la democracia ni en el
sistema del que se enorgullecían.
Joe Biden y Kamala Harris van a tener que zurcir el rompecabezas que le ha dejado el incómodo inquilino de la Casa Blanca, programar la pandemia tan mal entendida y tratada por Trump, además de sus devastadoras consecuencias económicas. Porque va a ser necesario regresar a Estados Unidos al mundo y emprender una tarea de reconciliación que se antoja titánica, pero no imposible. A Biden y Harris les toca rebasar el populismo tan bien pensado por la politóloga italo-norteamericana Nadia Urbinati, que lo pinta de cuerpo entero en uno de sus últimos libros: “Yo, el pueblo. Cómo el pupulismo transforma la democracia” (Urbinati, Grano de sal, Porrúa, 2020).
Biden y Harris, en el primer día de su gobierno, lanzan una propuesta de Restructuración del Sistema Migratorio, un camino largamente esperado por 12 millones de indocumentados, el 3.5 % de la población, para obtener la ciudadanía, además de un fondo de 4 mil millones de dólares para América Central, a fin de remediar la migración desde su origen: ilegalidad, crimen organizado, corrupción, impunidad, miseria e inseguridad.
La empresa de Biden y Harris no será fácil de llevar a buen destino, con un país exhausto de twitters a todas horas y por cuatro años, lanzados por un tipo delirante que quería a todas horas que no se hablara de otra cosa más que de su “maravillosa presencia”. Pero ya va a ser un descanso para el espíritu de los norteamericanos, una sola frase de Biden: “Me voy a equivocar y ustedes me lo tienen que decir, además de ayudarme a corregir mis errores”. ¡Qué paz va a producir la llegada de un ser humano a la Casa Blanca, terrícola, frágil y mortal, dispuesto, al menos de palabra pública, a corregir errores, cosa que no ha sucedido con los soberanos y mandatarios de la historia del mundo. Dice la sabiduría popular que el poder enloquece. Yo siempre me reservo la hipótesis de que quienes aspiran a ocupar el lugar central de un pueblo o nación, el problemático lugar del padre, ya poseen condiciones estructurales subjetivas para delirar, en el discurso y/o las acciones.
El fin de la pesadilla parece terminar hasta con un intento de Golpe de Estado. Por eso el desgobierno de Trump será recordado como uno de los más confrontantes y adversos de la historia de la democracia norteamericana y la posición de los Estados Unidos de Norteamérica en el concierto de las naciones.
Una frase del discurso de Biden, un
quiasmo poético esperanzador, viene a maquillar el ya de por sí sempiterno
Delirio de un Imperio: “El mundo nos mira y este es mi mensaje más allá de
nuestras fronteras. América ha sido puesta a prueba y hemos salido más fuertes.
Vamos a retomar nuestras alianzas y volveremos a comprometernos con el mundo,
no sólo para los retos del futuro sino para los de hoy, no por el ejemplo de
nuestra fuerza, sino por la fuerza de nuestro ejemplo”. Un discurso que cerró
con broche de oro la joven poeta Amanda Gorman, que no sólo superó en
popularidad en las redes a políticos y artistas, sino que evocó a Walt Whitman,
el poeta que “no caminaba ni una milla sin amor”: “Siempre hay luz, si somos lo
suficientemente valientes para verla, si somos capaces de ser esa luz”.
SUSI TRILLO
KATIE MELUA
https://www.youtube.com/watch?v=eHQG6-DojVw
WONDERFULL LIFE
https://www.youtube.com/watch?v=abGe6uM9Ias
I WILL BE THERE
https://www.youtube.com/watch?v=7IRIP-hSfJ0&list=RDIu_eWTjqZyE&index=5
DÍA INTERNACIONAL DE LA EDUCACIÓN 2021
FEMU, 24 de Enero de 2021.— En este tercer Día Internacional de la Educación, GWI y sus miembros de todo el mundo celebran con pasión la educación y el papel positivo que juega en la construcción de sociedades pacíficas. En la actualidad, GWI y FEMU expresan profundas preocupaciones sobre las inquietantes desigualdades en la educación, exacerbadas a nivel mundial por la pandemia de COVID 19, especialmente la brecha digital que afecta a mujeres y niñas. Esta crisis educativa extraordinaria y sin precedentes causada por COVID-19 ha provocado que más de 1.500 millones de estudiantes se vean afectados por el cierre de escuelas (UNESCO). En la actualidad, GWI y FEMU subrayan los esfuerzos de colaboración para crear conciencia sobre la crisis del aprendizaje digital que continúa como consecuencia de la pandemia.
Oportunamente, el Día Internacional de la Educación de este año aborda el tema 'Recuperar y revitalizar la educación para la Generación COVID-19'. GWI y FEMUs elogian la vitalidad de los métodos de aprendizaje innovadores y prometedores derivados de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, las organizaciones insisten en que para "recuperar y revitalizar" por completo, los educadores deben comprometerse a adaptarse rápidamente. Las desigualdades en la educación digital deben abordarse ahora en lugar de esperar a un mundo posterior a COVID 19. Con este fin, GWI y FEMU hacen un llamado a la acción mundial al instar a los gobiernos, al sector privado y a las organizaciones no gubernamentales (ONG) a participar conjuntamente en los esfuerzos para reducir la brecha digital.
Esta llamada a la acción es evidente en la última declaración de GWI a Naciones Unidas sobre la necesidad de abordar los desafíos del aprendizaje a distancia:
"Como una organización centenaria comprometida con la educación permanente, GWI reconoce las prometedoras posibilidades del aprendizaje a distancia como un medio hacia el acceso igualitario e inclusivo a la educación que es fundamental para las mujeres y las niñas", dice Terry Oudraad, presidente de GWI. "Al mismo tiempo, GWI está enfocada en ser parte de la solución para superar la brecha digital en educación", agrega FEMU.
El cambio de la cultura educativa exige el crecimiento exponencial del acceso al aprendizaje digital. En un mundo donde casi la mitad de la población no tiene acceso a Internet, la reconstrucción "recuperada y revitalizada" posterior al COVID-19 requiere que los gobiernos instalen infraestructura a gran escala. GWI y FEMU insisten en la importancia crucial del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 17 sobre el poder de las asociaciones. Se insta a los gobiernos a asociarse con las industrias de las telecomunicaciones, a colaborar con los Ministerios de Educación y Energía, las ONG, las instituciones educativas y los maestros para identificar los requisitos locales para reducir la brecha digital.
GWI es una ONG
internacional con sede en Ginebra,
Suiza, con presencia en más de 60 países. Fundada en 1919, GWI es la organización
mundial líder que aboga por la igualdad y el empoderamiento de las mujeres a
través del acceso a educación y capacitación de
calidad hasta los niveles más altos. GWI tiene un estatus consultivo especial con el
ECOSOC desde 1947 y es una ONG que mantiene relaciones oficiales con la UNESCO
y la ILO.
FEMU, la rama española,
trabaja en nuestro país por los mismos objetivos desde principios de este
siglo.
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