MUY FELIZ 2016 !!
Keep it classy, by Nicolas Monterrat |
ESTAMOS DE VUELTA...
FRANCISCO GINER DE LOS RÍOS
"EL PRIMER ESPAÑOL MODERNO"
En 2015 se cumplen cien años de la muerte de Francisco Giner de los Ríos, «el primer español moderno», en palabras del hispanista inglés John Brande Trend. Para conmemorar este centenario, la Fundación Francisco Giner de los Ríos (Institución Libre de Enseñanza) en colaboración con otras instituciones como Acción Cultural Española (AC/E), la Fundación Sierra-Pambley, la Fundación Estudio, la Residencia de Estudiantes o la Fundación Ortega-Marañón, está trabajando en un programa multidisciplinar con el objetivo de conmemorar el arraigo y la vigencia de su legado intelectual. Una de las principales actividades es la exposición que coorganiza con AC/E bajo el título Giner de los Ríos y la Institución Libre de Enseñanza (1839-1915), dedicada a su trayectoria personal y a la de su principal obra, la Institución Libre de Enseñanza.
EXPOSICIÓN
GINER, EL MAESTRO DE LA ESPAÑA MODERNA
Fundación Francisco Giner de los Ríos (Institución Libre de Enseñanza)
(Hasta el día 10 de abril, 2016)
C/ General Martínez Campos, 14, de Madrid
A. PILAR RUBIO ( Asociada de AMMU)
EL
SUEÑO DE GINER: regenerar España a través de la educación
Apuntes
sobre las exposiciones Giner, el maestro de la España moderna y
Mujeres
en vanguardia.
La Residencia de Señoritas en su centenario
Dos
exposiciones brillan con luz propia en la oferta multicultural de Madrid: Giner,
el maestro de la España moderna y Mujeres en vanguardia. La Residencia
de Señoritas en su centenario. Visitar ambas permite adentrarse en los
lugares emblemáticos en los que se gestó la modernización cultural de España y
conocer a los protagonistas de tan magnífica aventura.
En
un sentido cronológico, interesa ver primero Giner, el maestro de la España
moderna, exposición que se exhibe en la Fundación Francisco Giner de los
Ríos (Institución Libre de Enseñanza), sita en la calle General Martínez
Campos, 14, de Madrid, y que se puede visitar hasta el día 10 de abril de 2016.
Decía
Antonio Machado que Giner fue el primer español moderno, un maestro que soñaba
con un nuevo florecer de España. Giner tenía un proyecto: regenerar España a
través de la educación. Enfrentarse a esta tarea modernizadora exigía un gran
esfuerzo y un batallón de aguerridos entusiastas que creyeran, como Giner y su
alumno aventajado Manuel Bartolomé Cossío, que el problema de España era cada
vez más un problema de educación. Este es uno de los grandes pilares de la
muestra.
En
la primera parte de la exposición se revelan los orígenes de la Institución
Libre de Enseñanza, símbolo de la libertad intelectual y un laboratorio de
innovaciones pedagógicas. Institución fundada por Giner y otros catedráticos
afines, defensores de la libertad de cátedra, y que representó la vanguardia de
la educación en España. Diversos documentos atestiguan que bajo el paraguas de
la ILE se creó en 1907 la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones
Científicas (JAE) con el objetivo de sufragar el aislamiento de la ciencia
española, así como la fundación de la Residencia de Estudiantes en 1910, y de
la Residencia de Señoritas en 1915, hechos que entroncan ambas exposiciones,
puesto que Mujeres en vanguardia conmemora el centenario de la creación
de la Residencia de Señoritas.
En
la muestra Giner: el maestro de la España moderna, se advierte que el
problema de España hundía sus raíces en la noche de los tiempos: una caricatura
de la reina Isabel II nos recuerda la España de “pan y toros” que inspiró un
poema a la poeta romántica Carolina Coronado allá por 1846, como protesta a un
gobierno que promovía la inauguración de plazas de toros a lo largo del suelo
patrio mientras las escuelas infantiles no eran suficientes y, por tanto, una
gran parte de la población española era analfabeta.
La
exposición demuestra que Giner y los suyos no se resisten. En el camino al
futuro se atisba la sociedad del conocimiento. Los focos de modernización
científica y cultural del primer tercio del siglo XX relacionados con la ILE:
la JAE, la Residencia de Estudiantes, la Residencia de Señoritas y el Museo
Pedagógico dan sus frutos. En un paso adelante, se gesta el proyecto de
concebir la cultura como un patrimonio común. El proyecto se concreta en la
creación de las Misiones Pedagógicas, dirigidas por M.B. Cossío para llevar la
cultura al mundo rural. Las Misiones, que tuvieron su auge entre los años 1931
y 1936, movilizaron a un batallón de profesionales de la talla de María
Zambrano, María Moliner, Maruja Mallo, Antonio Machado, Federico García Lorca,
Luis Cernuda, Miguel Hernández, Alejandro Casona y Ramón Gaya, entre otros,
quienes dejaron su impronta en las Bibliotecas y Museos circulantes de las
Misiones y en el teatro de la Barraca, dirigido por García Lorca. Los
aguerridos voluntarios fueron denominados por Juan Ramón Jiménez los “marineros
del estusiasmo”.
Ese
faro modernizador que alumbró España se apagó cuando la Guerra Civil española
tamborileó en el horizonte; después vendría una etapa oscura de niebla y de
silencio; también de exilio.
La
exposición se antoja breve para un espíritu ávido de sabiduría. Aún queda
tiempo para revisar los documentos, las fotos, los óleos o las frases de
personajes relevantes de la Historia de España. Los documentos han sido
aportados, fundamentalmente, por la Fundación Giner, la Residencia de
Estudiantes, la Fundación Ortega-Marañón y la Biblioteca Nacional.
Uno
de estos documentos, el “Boletín” de la ILE, su órgano de difusión, recoge
artículos de Juan Ramón Jiménez, de Emilia Pardo Bazán, de M. B. Cossío, etc.,
junto a textos de autores extranjeros, como María Montessori, Bertrand Russell,
Tagore o H. G. Wells.
Como
si de un “Museo del pueblo” se tratase, los documentos se alternan con obras de
pintores y escultores españoles: Sorolla, Mariano Benlliure, o A. Alfaro,
alumno de María Moliner en la Escuela Cossío, fundada en Valencia e inspirada
en la ILE.
Si
Unamuno decía que Giner era “el Sócrates español”, porque obligaba a pensar,
Ortega subrayaba que seguir a Giner era seguir hacia adelante. El sueño de
Giner se vio cumplido en ese caminar cuando la Residencia de Estudiantes,
convertida en una ventana abierta al extranjero y a las novedades de otros
países, recibió en sus aulas a Howard Carter, quien relató su descubrimiento de
la tumba de Tutankamón, o al Nobel Albert Einstein, quien explicó a los oyentes
su teoría de la relatividad.
En
este camino hacia el futuro, hacia la sociedad del conocimiento, modernizando
España a través de la educación, la naturaleza ocupaba un papel muy importante.
Por eso, en la exposición abundan los paisajes de autores españoles como
Sorolla, Benjamín Palencia o Darío Villalba, que ilustran las colonias de
verano que la ILE y el Museo Pedagógico organizaban para sus alumnos. Sorolla
fue amigo de Giner, y vecino, pues fijó su residencia en la misma calle de la
Institución. Al contemplar su obra “Guadarrama desde la Angorilla”, el
visitante puede imaginar el paisaje que veían los alumnos en sus excursiones.
Antes
de cerrar la puerta a la exposición de Giner, conviene reparar en los retratos
de Emilia Pardo Bazán, quien dijo que Giner era feminista y que gracias a él
conoció la obra “La esclavitud femenina”, de Stuart; o en los de Concepción
Arenal, Besteiro, Cossío, Fernando de los Ríos, Jiménez Fraud y otros muchos
personajes, quienes parecen decir, parafraseando a sus contemporáneos, que
“conocer a Giner es aprender a ser mejores”.
Al
enfilar el camino de la Colina de los Chopos, ya en la Residencia de Estudiantes,
la exposición Mujeres en vanguardia, recuerda, de alguna manera, la
muestra de Giner, pues uno de sus pilares
es
“La educación de la mujer y la ILE”. La exposición, ubicada en la Residencia de
Estudiantes, calle Pinar, 21-23, de Madrid, se puede visitar hasta el 27 de
marzo de 2016.
La
muestra recuerda la historia de la Residencia de Señoritas, de la mano de María
de Maeztu, nombrada directora de la Residencia el año de su creación, 1915.
María ejerció sus funciones en contacto permanente con Alfredo Jiménez Fraud,
director de la Residencia de Estudiantes, y con José Castillejo, secretario de
la Junta de Ampliación de Estudios (JAE). María fue alumna de Unamuno y de
Ortega y Gasset. Al ser becada por la JAE pudo disfrutar de una institución
pionera en el fomento del acceso de las mujeres a los estudios superiores y a
la investigación. La serenidad y la mirada inteligente de María quedan
plasmadas en un bello retrato, realizado por su hermano Gustavo de Maeztu y
titulado “Mi hermana María”.
A
lo largo del recorrido de la exposición, el visitante puede escuchar la voz de
las protagonistas de la Residencia de Señoritas y percatarse de la cantera de
mujeres que se forjó en sus aulas, en su Biblioteca, en su Laboratorio...; un
ramillete de mujeres que constituyó la vanguardia de un nuevo modelo de mujer
independiente, profesional y avanzada para la época, un modelo de mujer
adelantada a su tiempo.
La
Residencia de Señoritas contó con el apoyo del International Institute for
Girls in Spain, con el que se firmaron acuerdos y se concedieron becas de
intercambio en colleges femeninos norteamericanos. Y en sus aulas se
gestó el Lyceum Club y la Asociación Universitaria Femenina.
Abundantes
documentos y fotos recuerdan el paso de personas relevantes por la institución,
así como la muestra de algunas de sus obras. Es el caso de María Zambrano,
quien impartió clases de Filosofía en la Residencia, junto a Julián Marías.
También podemos ver la obra “Égloga” de la residente Alfonsa de la Torre, o “Mi
diario”, de María Sánchez Arbós. Además de las fotos de Josefina Carabias,
Zenobia Camprubí, o la huella de Concepción Arenal y de Emilia Pardo Bazán. La
impronta de Emilia y su imagen rompedora se presenta ante los ojos del
visitante en la pintura “Lección sobre historia francesa moderna”, inspirada en
la conferencia que sobre el tema dio la autora en el Ateneo de Madrid.
Otras
obras guían el recorrido a lo largo de la exposición, como el óleo “Mi mujer y
mis hijos”, de Joaquín Sorolla; o “La Verbena”, de Maruja Mallo, así como sus
“Estampas”. Maruja fue becada por la JAE y profesora de dibujo cuando la
institución captó alumnas externas.
Algunos
de estos documentos, fotos y obras se encuentran habitualmente en la Biblioteca
Nacional, en la Fundación Ortega-Marañón, en la Residencia de Estudiantes o en
el Museo Lázaro Galdiano y es una suerte tener la oportunidad de verlos
reunidos en este merecido homenaje a las personas e instituciones que velaron
por el derecho a la educación, por los derechos de las mujeres y por la
igualdad; derechos que hombres y mujeres vinculados a la ILE habían expuesto ya
en los Congresos pedagógicos de 1882 y de 1892.
Pero,
de nuevo, la Guerra Civil española tejió sobre la Residencia una niebla de
silencio.
N. de
A.: Las exposiciones pasarán, pero en nuestra retina quedará el recuerdo. Y si
el olvido anida en nuestra mente, siempre tendremos la oportunidad de evocar
pasajes, episodios, personajes, desgranados en varias biografías de la
colección de mujeres ejemplares de Eila y AMMU. Baste recordar Vida de María de
Maeztu, de María Moliner, de Emilia Pardo Bazán, de María Sánchez Arbós, de
Alfonsa de la Torre, Clara Campoamor, Soledad Ortega o de María Zambrano, donde, al hilo de la vida de estas
mujeres, se pone de manifiesto el sueño cumplido de la Institución Libre de
Enseñanza
EXPOSICIÓN
MUJERES EN VANGUARDIA
LA RESIDENCIA DE SEÑORITAS (1915-1936)
EN SU CENTENARIO
Residencia de Estudiantes (Hasta el día 27 de marzo, 2016)
C/ Pinar, 21-23 - Madrid
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