ENTREGA
DE PREMIOS
CONCURSO
DE RELATOS AMMU 2019
Se hará entrega de trofeos a las premiadas
y se anunciarán los 10 relatos que han conseguido
ser publicados por EILA EDITORES
SERÁ
EL 18 DE OCTUBRE 2019
A
LAS 19:00H
LUGAR:
LIBRERÍA
MUJERES&CÍA
CALLE
UNIÓN, 4 MADRID
Queridos
amigos:
La
tertulia literaria quedó inaugurada el pasado 24 de septiembre con Juan, Susi, Isabel,
Jaime, Luisa, Kosta y yo misma. Un año más, amigos tertulianos, sintiendo el calor de
la palabra y de la amistad (también del vinito que alegra y chispea la
mirada). Somos unos verdaderos revolucionarios en un mundo donde se lee poco o
nada, se profundiza a duras penas, y donde el más listo es el que tiene el Smarphone
más caro. !Qué placer siento cada mes en casa de Luisa y Susi, arropada
por todos mis amigos de tertulia! Y es que más allá de lecturas, compartimos
tiempo y trocitos de vida.
Perdonadme
que haya tardado en escribir, pues apremia el tiempo que tenemos para leer. Se
trata de una novela corta, escrita por un ruso y plagada de mágico humor según Susi,
que es quien ha hecho la propuesta. Volvemos a Rusia con humor.
El
título es muy sugerente, Helada sangre azul y el día propuesto es el
jueves 24 de octubre a las 19:30.
Os
esperamos en nuestro "petit palais". Un abrazo.
NATALIA VELASCO
Coordinadora de la Tertulia
PRÓXIMA TERTULIA LITERARIA
COMENTAREMOS EL LIBRO
Tres de la mañana. Ida se levanta de la cama, se
enfunda el pesado abrigo negro y, tras colocarse su estrambótico sombrero, sale
corriendo a la calle. Avanza a trompicones bajo la lluvia con una sola idea
fija en la cabeza y un único destino: la jefatura de policía de Chúdov. A ello
dedica sus últimas fuerzas, no puede esperar, es demasiado urgente. Cae, como
tantas veces antes, e igualmente se levanta. Ya queda poco, la plaza, el
restaurante, la farmacia, correos..., ya está, ya llega. Sube al porche y
golpea la puerta con insistencia, pero, mientras esta se abre, la mecha se
agota y, respirando con dificultad, Ida, la vieja Ida, se desploma ante el
mayor Parátov. Mueve la boca desesperada, intenta hablar, pero no dice nada.
Tras ella queda una vida envuelta en misterio... ¿Quién es Ida Zmoiro?, ¿tal
vez la gran actriz que enamoró a una generación de soldados y fue galardonada
con el Premio Stalin?, ¿o la esposa de un aristócrata que huyó de la URSS?,
¿quizá la solitaria y distante mujer que regresó a aquel pueblucho llamado
Chúdov para dar clases de interpretación a las niñas?, ¿sería acaso Ida la
clave del rompecabezas que comenzó con la desaparición de una de sus alumnas, o
solo la última víctima?
Yuri Buida (Znamensk, 1954) es uno de los
más importantes escritores rusos contemporáneos. Nacido en la región de
Kaliningrado —antiguo territorio de Prusia Oriental, ocupado por las tropas
soviéticas en 1945—, Buida desciende de inmigrantes de origen ruso, polaco,
bielorruso y ucraniano. Sus obras otorgan un importante peso a cuestiones como
la identidad, la pertenencia, la transitoriedad o a los maltrechos vínculos con
el pasado. En su universo literario reaparecen los mitos fantásticos; por sus
páginas desfilan suspicaces militares, enemigos del pueblo, locos visionarios,
magos y extrañas prostitutas (que al mismo tiempo son agentes del servicio de
inteligencia); la amenaza, los secretos y la muerte acechan tras cada esquina,
pero su particular estilo rebosa una vitalidad y un humor feroces. Yuri Buida
ha sido galardonado con el prestigioso premio Apollon Grigoriev.
AUTOMÁTICA, EDITORIAL
EL CINE
EN LA VIDA Y OBRA DE LOS POETAS DEL 27
FLORA LOBATO
En la actualidad,
es admitida la tesis de que la cinematografía ocupó un lugar trascendente
dentro de la obra de los escritores “nacidos con el cine” ─si nos atenemos a la nomenclatura de Pérez Bowi─; no solo en la obra de los poetas, sino que esa
fascinación por el séptimo arte se puede rastrear en todos los escritores de la
literatura española de las décadas veinte y treinta. Estos autores se
incorporaron a la vida al mismo tiempo que el cine comenzó su andadura, y en
ello abunda también un artículo escrito por Guillermo de Torre en La Gaceta Literaria, al manifestar que
es “un arte que tiene nuestra edad”.
No obstante,
debido a la dimensión de la extensa nómina que encontramos de narradores,
poetas y humoristas embelesados por el cine, se hace imprescindible acotar
dicha nómina para proceder a su estudio con más facilidad. Brian Morris, en
principio, aconseja centrarse en los cinco poetas de la denominada generación
del 27 por ser, según él, los más afectados por el impacto del cinematógrafo, y
son: Vicente Aleixandre, Pedro Salinas, Rafael Alberti, Luis Cernuda y Federico
García Lorca.
No todos los
poetas de la generación del 27 vivieron el fenómeno del cine con la misma
intensidad, ya que hubo algunos que recibieron su impacto de un modo
superficial, mientras que otros lo acusaron en profundidad, de tal manera que
dicho arte llegó, incluso, a servirles de instrumento introspectivo con el que
ahondar en sus propias conciencias. Los dos primeros citados lo recibieron más
livianamente y los tres restantes llevaron su fascinación al extremo, lo que se
aprecia en su obra, como se verá en artículos venideros, cuando abordemos sus
trayectorias.
El primero se
acerca al cine sin que este lo traspase; siente una gran atracción por el
séptimo arte, pero procura mantenerse a una distancia prudencial, sin permitirle
que lo envuelva totalmente en su influjo. Otra vez es Brian Morris el que
asegura que era un gran espectador fílmico, y parece que como creador poético
toma el cine como referencia al componer su poema “Cinemática” inserto en su
poemario Ámbito. Asimismo, en su obra
en prosa, escrita a finales de los veinte, figuran aromas del séptimo arte,
donde utiliza vocablos de moda provenientes del lenguaje cinematográfico.
El caso de Pedro
Salinas es similar al de Aleixandre; según Agustín Sánchez Vidal, Salinas no
fue indiferente al nuevo arte que imperaba en la sociedad del momento, si bien
tampoco alteró de manera sustancial su proceder literario. En su poemario Seguro Azar encontramos poemas de clara
referencia al séptimo arte; “Cinematógrafo” y “Far West” son un buen ejemplo.
A los otros tres
poetas del quinteto mencionado, Alberti, Cernuda y Lorca, los estudiaremos en
futuros artículos, por considerar que no es apropiado extenderme en exceso en
el formato que estamos utilizando. Desgranaremos las relaciones que mantuvieron
con el cine y contemplaremos el entusiasmo y la pasión que sintieron ante el
séptimo arte y las emociones que este les producía.
N. de E.
Mucho lamento no poder reseñar de quién son estas estupendas ilustraciones de Vicente Aleixandre y Pedro Salinas; No
he sido capaz de encontrar al autor o autora. Únicamente puedo añadir que se trata de Ilustraciones de la web de Unidad Editorial, para el Curso de novela de Madrid
del periódico EL MUNDO.
Os copio links para poder entrar a dicha web, en la que podréis admirar otras ilustraciones de la misma mano. Es una
verdadera lástima que no aparezca el nombre del ilustrador o ilustradora, insisto.
LA
PULSIÓN DEL PODER Y KANT
ISABEL BANDRÉS
“Si ves a un hombre solícito en su trabajo,
debe estar antes que los reyes” afirmaba Frank Franklin. No es el caso de
nuestros políticos, esas mentes gaseosas que han pasado cinco largos meses flotando
por las galaxias digitales, soltando helio en forma de frases irrelevantes y
reproches a los adversarios, dejándonos a los ciudadanos primero asombrados,
¿pero esto qué es?, luego irritados y finalmente sumidos en el tedio. En la
civilización del espectáculo, la política se ha convertido en un show con un pésimo guión y unos intérpretes
nefastos.
Entiendo que gobernar no es fácil, que
llegar a acuerdos es complicado y que el calor del verano tienta para abandonarse
al dolce far niente. Ese
deslizamiento delicioso hacia no hacer nada, ese dejar para un mañana que nunca
llega las tareas más enojosas y complicadas. Debe ser, sin embargo, muy
gratificante dar mítines, soltar frases lapidarias, mostrar la brillante
armadura mientras se señala la de hojalata roñosa con la que se cubren los otros
contrincantes, y sacar el ego a pasear sin tener que bajar a la arena de los
presupuestos, la deuda, el paro, la recesión, el precio del petróleo, las
nuevas tecnologías… Tengo la sensación de que lo que quiere nuestra clase
política son unas eternas elecciones, porque durante meses no han hecho otra
cosa que calentar máquinas para volver a presentarse. Me pregunto: ¿Es posible
que no sepan hacer otra cosa? ¿Les da vértigo el gobernar aunque deseen sobre
todas las cosas estar en la cima del poder? Nos han metido en un bucle del que
parece no vayamos a salir nunca. No pueden dominar su pulsión de poder y ante
su incapacidad para domesticarla, llegando a acuerdos, renunciando a parcelas
de poder y rebajando el propio narcisismo para dejar lugar al del otro, optan
por la salida más fácil y más inoperante: la escenificación y la agresividad
contra el oponente. Esa falta de racionalidad lleva directamente al fracaso,
cuando no la autodestrucción. Veremos.
Desgraciadamente nada de esto es nuevo bajo
el sol. La nueva política y los nuevos políticos que se vendían como el asombro
del orbe, los que iban a cambiar la sociedad, mejorar las leyes, aprobar nuevos
presupuestos, imponer una nueva la ley laboral, los que denostaban a los padres
de la Constitución y de la Transición (Peces Barba, Carrillo, Fraga, Solé Turá,
Herrero Rodríguez de Miñón, Cisneros, Pérez
Llorca, Miguel Roca, Suárez, Fernández de Miranda, Felipe González…), y se
postulaban como la solución de todos nuestros males, han resultado ser unos
vendedores de humo expertos en vanidad, egolatría y ambición de poder ofreciendo
un espectáculo vergonzoso, mostrándose incapaces de decir algo serio sobre
cuestiones fundamentales que nos atañen a todos y de cumplir con su deber como
representantes públicos que son y de lo que viven.
Ese deber que, según Kant, se ejerce porque la
conciencia moral nos lo dicta independientemente de su relación con nuestra
felicidad o desdicha, y sea esa nuestra inclinación o no. Se me dirá, y con
razón, que Kant estaba muy influenciado por el pietismo, ese movimiento
protestante rígido y exigente, y que a nuestros políticos mediterráneos y de cultura católica no se les puede
pedir tanto. Pero una cosa es no exigirles que se comporten como pietistas
conversos y otra que actúen como auténticos adolescentes irresponsables. Los líderes
se han presentado y se han comprometido libremente con la sociedad y por lo tanto,
se supone, que antes han reflexionado sobre los posibles escenarios que se
podrían encontrar y planificado las mejores contestaciones posibles. De sus
decisiones, no lo olvidemos, depende la calidad de vida de los españoles, sobre
todo de los más vulnerables —que todos los políticos del arco parlamentario dicen
que son su prioridad—. Estos fariseos cubren su ineptitud y sus intereses
mezquinos con la gran capa de una ideología, sea la que sea, que de tan
manoseada, ya nadie reconoce.
Ya tenemos fecha para las siguientes
elecciones generales, 10 de noviembre, y las últimas encuestas proyectan un
resultado similar al presente, por lo que tendremos una realidad muy parecida a
la actual. Hay que reconocer que a los ciudadanos, quitando a los creyentes
incondicionales, nos lo han puesto muy difícil. ¿A qué nada votamos? ¿Qué actores preferimos ver en las performances de
los próximos meses? ¿Qué podemos esperar de ellos en el futuro viendo el
presente? Politólogos insustanciales, periodistas avezados, tertulianos parlanchines,
intelectuales firmantes nos lanzan elucubraciones y diatribas partidistas,
mientras nosotros dudamos entre ir a votar con la ilusión muy quebrantada o
quedarnos en casa estudiando paleontología con la esperanza de que entendiendo
el pasado quizá podamos llegar a entender el presente.
Señores políticos, más Kant y menos gurús
del cálculo electoral.
ISABEL BANDRÉS
El Gran Forges… Siempre de actualidad y siempre en
nuestros corazones
LA IMPERTINENCIA DE LA PALABRA
"NO"
MARÍA LUISA MAILLARD
Adam Zagayewski, poeta y
ensayista polaco, que vivió bajo un régimen estalinista, se asombra en su libro
Solidaridad y soledad, de la
evolución de sus compañeros opositores, quienes, ya bajo otro régimen, siguen
manteniendo una postura negativa contra todo lo viviente. ¿Qué pasa con la
palabra "no", obligada y valiente en la oposición a un régimen
totalitario?, se pregunta. Que es bastante impertinente, responde, y que, una
vez finalizadas esas circunstancias extremas, se lanza a vivir su propia vida
negativa y desfachatada, y amenaza a la palabra "sí",
desconectándonos de amplios territorios de la realidad, que no se presentan
como adversarios.
No es necesario haber
vivido bajo un régimen estalinista para sentirnos identificados en nuestras
sociedades con la postura de los compañeros opositores de Zagayewski. La
palabra "no" se ha ido extendiendo desde los poderes públicos a toda
la población, como una mancha de aceite en tejido poroso. Y es que la palabra
"no" es muy seductora, aparte de desfachatada: simplifica nuestra
vida, procurándonos un lugar en el mundo sin necesidad de reflexionar ni
esforzarnos mucho en una sociedad como la nuestra, no dictatorial, sino compleja
y ecléctica, "hecha de los añicos de diversas creencias". Además es
gratis, ya que en las sociedades democráticas no implica ningún riesgo. También
nos libra de la responsabilidad. Juzgar con severidad a un enemigo, nos libera
de la penosa tarea de juzgarnos a nosotros mismos. Cuando el enemigo
desaparece, nos quedamos vacíos y no tenemos más remedio que enfrentarnos al
espejo. Aún recuerdo la pintada que dio tanto que hablar a finales de los años
ochenta, cuando comenzó el "desencanto", debido a las expectativas
desmesuradas a la muerte del dictador. "Contra Franco vivíamos mejor",
el recuerdo del pasado, no provenía de los nostálgicos del viejo régimen, sino
de sus opositores.
Yo me figuro a la palabra
"no" como una gran bola negra, semejante a una bola de cañón, que una
vez lanzada, nos engancha con su rotundidad sin fisuras y nos obliga una y otra
vez a buscar justificaciones de los posibles destrozos que pueda causar. Es esta
sin duda una tendencia de la naturaleza humana, que se ha agudizado en la época
contemporánea, como han señalado autores como Lionell Trilling y Steiner. El yo
moderno encuentra su definición cuando denuncia a su opresor: ya sea la
familia, la sociedad, la moral burguesa, el estado opresor o el sistema
capitalista. Este proceso se ha disparado en las últimas décadas, debido a los
inmensos recursos de propaganda que tienen hoy los poderes públicos, que han
encontrado en esta tendencia una mina para la manipulación de las masas.
Con la
palabra "no", no sólo nos sentimos a gusto con nosotros mismos y nos
libramos de la responsabilidad, sino también de la penosa tarea de pensar y de
admitir la complejidad de lo real, porque si la realidad no se ajusta a la
rotundidad de nuestro "no", a ese esquema simplificado que justifica
nuestra postura, la manipulamos y la tergiversamos —aunque de esa tarea ya se
encargan los gurús que en la cúpula del poder guían nuestros pasos—. Sobran los
ejemplos que están en la mente de todos. Pero como dice Zagayewski, la peor
consecuencia, aparte de adelgazar nuestra capacidad de juicio y quebrar nuestra
responsabilidad, es que la palabra "no" nos priva de la palabra
"sí", que es donde se encuentra la alegría de vivir y nos abre a esos
inmensos territorios de la realidad que habíamos eliminado porque no son
nuestros adversarios.
MARÍA LUISA MAILLARD
DE LA FEDERACIÓN INTERNACIONAL DE MUJERES
UNIVERSITARIAS - GRADUATE WOMEN INTERNATIONAL (GWI) EN GINEBRA, A LA QUE ASISTIÓ
REPRESENTACIÓN ESPAÑOLA.
Promoviendo la cultura de la paz mediante el
empoderamiento de la mujer a través de la educación fue el tema central de la
conferencia celebrada en Ginebra el pasado mes de julio.
Las metas de GWI durante el último trienio han
sido: sanear las cuentas para darle estabilidad a la asociación, aumentar la
visibilidad mediante la información para mujeres y niñas (con una media de 12
campañas por año) sobre las barreras que encuentran las niñas para acceder a la
educación, matrimonio de menores, tráfico de mujeres, mutilación genital
femenina, trabajo infantil, ciberbullying,
medioambiente y mujeres y niñas en la ciencia. También se ha aumentado la
visibilidad ante la ONU y sus agencias: se han presentado 63 informes de
defensa sobre varios temas relacionados con la educación en las sedes de
Ginebra, Nueva York, París y Viena. Se han implicado en proyectos concretos en
Egipto, Ghana, India, Kenia, Méjico, Nepal, Nigeria, Ruanda, Sierra Leona,
Sudáfrica, Turquía y Uganda. La captación de fondos ha ocupado el último lugar
citando las donaciones del cantón y la ciudad de Ginebra así como otros
donantes internacionales y la entusiasta participación de las distintas
federaciones y sus miembros.
PARA SEGUIR LA NOTICIA
Hasta siempre, hijo mío es
una historia familiar que abarca la historia de China y sus cambios políticos y
culturales, desde los años 70 hasta la actualidad. La narración se centra en
una pareja que pierde a su hijo, Xingxing, en un embalase donde jugaba con su
mejor amigo y un grupo de compañeros de colegio. Este trágico hecho macará para
siempre la vida de los padres, vecinos y amigos de la víctima. La película
narra el profundo dolor de unos padres que han perdido a su único hijo y la
atormentadora culpa de aquellos que se sienten responsables de la desgracia.
Para esa pequeña comunidad, tras la muerte del muchacho, ya nada será igual. Y
todo esto se desarrolla en medio de un país que pasa de la Revolución Cultural (imposición
del hijo único, ortodoxia comunista, falta de las más mínimas libertades),
hasta llegar a un comunismo que admite una economía de empresa y que ha perdido
muchos de sus rigores políticos.
La
película dura tres horas, en las que utiliza de una forma abusiva el flashbacks. El efecto de tanto ir al
pasado y volver al presente, genera una cierta confusión en la narración y el
espectador tiene que hacer un esfuerzo para recolocar personajes y situaciones.
El tono es melodramático: pérdidas, dolor, separaciones, cambios de estatus,
aborto forzado, remordimiento, frustraciones… En medio de un escenario político
en el que los individuos son utilizados como objetos para conseguir las metas revolucionarias del Gran Timonel, Mao Tse Tung,
y se les desarma de cualquier atisbo de humanidad: las escena de la elección de
personas excepcionales y la del aborto impuesto, son demoledoras.
La
emoción se acentúa con un trabajo actoral espectacular, sobre todo de la pareja
protagonista (Wang Jingchun y Yong Mei), así como en algunas escenas cargadas de
sensibilidad que nos conmueven: la de la muerte de Xingxing, la despedida del
hijo que la pareja ha adoptado para ocupar su lugar, los actos cotidianos como
comer o lavarse en una casa tan devastada en su interior como lo están ellos,
el intento de suicidio… Toda la película despide un tono de exquisitez en medio
de un decorado que resalta el feísmo: casas, paisajes, ciudades… Muestran un
paisaje inhóspito que contrasta con la dignidad que rezuman unos personajes que
nos conquistan.
Estamos ante
una muy buena película, dolorosa y turbulenta, que pone el foco en la historia
de una familia, pero sin olvidar nunca la historia y las decisiones políticas
que afectaron a millones de personas de manera imprevista. Su final está
excesivamente tramado para satisfacer a un público abrumado por la larga serie
de desgracias que atraviesan los protagonistas y queda forzado, restándole
fuerza a la narración.
¿Una película
recomendable? Sí, pero no para el gusto de todos: su duración y los continuos flashbacks la hacen poco aconsejable para espectadores
inquietos. En mi recuerdo queda su elegante y contenida narración, la labor de
unos actores inmejorables y la simpatía que despiertan unos personajes descritos
con emoción, que hacen frente a la desgracia sin perder su humanidad.
ISABEL BANDRÉS
PARA VER TRAILER
El
título de la película, Mientras dure la
guerra, se debe a una frase que insisten en que forme parte del comunicado
que otorga plenos poderes a Franco sobre el territorio español, y que luego,
como todos sabemos, acabaron siendo unos poderes vitalicios que duraron
cuarenta años. Amenábar sitúa la narración en Salamanca durante los primeros
días de la Guerra Civil española y donde Miguel de Unamuno, decepcionado por la
República, se debate en una serie de posturas contradictorias hasta que
comprende la dimensión fascista de la cruzada emprendida por Franco. La figura
de Unamuno y su pensamiento es el eje sobre el que se sostiene toda la película.
Desconozco qué impulsó al director a elegir una figura tan laberíntica y con un
pensamiento tan lleno complicidades y, por lo tanto, tan difícil de plasmar en
una película. La figura de este enrevesado escritor y pensador español la
simplifica dibujando un Unamuno tozudo, amigo de sus amigos, poco o nada
razonable y con un pensamiento más bien pobre y simplista. A Amenábar hay que
atribuirle mucho valor para atreverse con tanto, pero lo malo es que la
película no llega a cuajar precisamente por marcarse unas metas tan altas.
No
sé muy bien lo que el director se propone con este trabajo: ¿Opone
intelectualidad contra la fuerza bruta? ¿Nos cuenta la necesidad de diálogo
entre los españoles de diferentes ideologías sin necesidad de enfrentamientos?
¿Desea hace un ejercicio de equilibrio matizando las posturas de unos y otros,
hasta el punto de hacer un retrato tibio del conflicto? No lo sé. Amenábar se
ha metido en un lodazal ideológico de difícil resolución. Lo mejor es la gran
labor de Karra Elejade en la interpretación de Miguel de Unamuno y la emoción
que nos embarga, el sufrimiento de los ciudadanos que por sus ideas o porque
sencillamente les toco vivir en esa época, tuvieron que soportar.
Supongo,
no estoy muy segura, que el director ha querido hacer una película histórica,
que no moleste a nadie, sobre una época muy compleja, simplificando ideologías,
personajes y acontecimientos, y cayendo muchas veces en la ingenuidad y en la
superficialidad. Los retratos de algunos personajes como Millán Astray, Franco,
el Arzobispo, Doña Carmen Polo, tienen algo de caricaturesco. Y las
ensoñaciones de Unamuno sobre su juventud, que quiere ser un recurso emotivo,
rozan la cursilería, son innecesarias para entender al personaje y recargan de
manera absurda la narración.
¿Es
una mala película? No, no lo es. Amenábar sabe contar bien, pero la obra carece
de la seriedad y profundidad que la gravedad de aquellos acontecimientos requiere.
Está claro que el director, al rodar esta película, tenía muy buenas
intenciones, pero eso no es suficiente cuando se afronta una empresa tan intrincada
como es el análisis de la época más convulsa de nuestra historia reciente.
ISABEL BANDRÉS
«Downton
Abbey» fue una serie televisiva sobre la vida de una familia aristocrática, en
la campiña inglesa, durante la primera mitad del siglo pasado. Michael Engler
dirige ahora esta película, cierre de la serie, donde los Crawley y sus
sirvientes se encuentran desbordados ante la inminente visita de los reyes,
Jorge V y su esposa, María de Teck. Ante la magnitud del suceso, todos van a
poner lo mejor de sí mismos, incluso los espíritus más republicanos del grupo
trabajarán con inquebrantable entrega para que la visita de los reyes sea un
éxito.
Esta
película es más decorado que otra cosa. Desde luego, no critica el establishment británico del momento y
presenta un sistema de clases cerrado a cualquier influencia exterior. Una huelga
general se solventa con una salida irónica de la matriarca, representada con
gran acierto por Maggie Smith. Nos habla de un final de época donde las
costumbres empiezan a cambiar, pero todo conflicto personal o social está
teñido de en un tono rosa suave, o rosa fuerte, en un mundo burbuja que se
resiste a desaparecer.
¿Qué
más puedo decirles? Es una película cuidada hasta el mínimo detalle, con unos
diálogos y salidas de tono que no defraudarán a los amantes de las lenguas
afiladas, cuando no vitriólicas, y en la que se idealiza la convivencia de la
nobleza rural inglesa con sus empleados. La película está magníficamente
ambientada, es elegante, es amable y resulta insustancial. ¿Nada más? Nada más.
Ah, sí. Los espectadores que no hayan seguido la serie pueden perderse en un marasmo
de personajes, pasillos y relaciones personales del numeroso clan.
ISABEL BANDRÉS
PARA VER TRAILER
Dulce Pontes & Lídia Pujol & Mayte Martin
LÁGRIMA
Dulce Pontes
ESTO ES TODO, HASTA LA PRÓXIMA!!
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