miércoles, 15 de marzo de 2017



PRÓXIMA TERTULIA LITERARIA



SE ADELANTA  A LAS 19:00 H

COMENTAREMOS EL LIBRO...



Si Juego y distracción supuso un paso de gigante en la incipiente carrera de James Salter, Años luz, publicada ocho años más tarde, en 1975, significó claramente su consagración como uno de los grandes maestros de la literatura norteamericana del siglo XX. La escritura diáfana, leve y luminosa de Salter nos asoma al interior del matrimonio de los Berland, cuya vida transcurre entre Manhattan y una vieja casa al norte de Nueva York. Allí, en una suerte de paraíso natural, rodeados de prados y con vistas al río Hudson, Viri, arquitecto al que le apasiona su profesión, y Nedra, una mujer de marcado carácter y una rara elegancia, disfrutan de los paseos, las cenas con amigos y los incontables momentos de sosiego dedicados a jugar con sus dos hijas. Sin embargo, detrás de esta apariencia idílica, el lector descubre las finas líneas de fractura que asoman en la superficie y se van convirtiendo en grietas hasta que, finalmente, desfiguran el paisaje sin posibilidad de reparación. El amor difuminado por el paso del tiempo, como gran protagonista, aguarda a los personajes para envolverlos en una luz final, vespertina, sin retorno. Años luz traza con exquisita sensibilidad los límites y contradicciones de ese estado evanescente de plenitud y bienestar que llamamos felicidad y que anida en lo más profundo de todo ser humano.



James Salter







El pasado jueves, 9 de marzo

PRESENTAMOS NUESTRA NUEVA BIOGRAFÍA Nº 34


VIDA DE LOU ANDREAS-SALOMÉ
DE LIDIA ANDINO TRIONE

EN LA BIBLIOTECA PABLO NERUDA 
ARGANDA DEL REY - MADRID



Lidia Andino, autora de Vida de Lou Andreas-Salomé y María Luisa Maillard, presidenta de AMMU y directora de Eila Editores.



Fue muy numeroso el público que se congregó en la Biblioteca Pablo Neruda, de Arganda del Rey, para arropar en la presentación de su libro a Lidia Andino, una de sus convecinas desde hace treinta años, como ella misma quiso resaltar en su intervención.


De izda. a dcha. Montserrat Fernández, Concejala de Cultura; Ana María Sabugo, Concejala de Igualdad (ambas del Ayuntamiento de Arganda); Lidia Andino, María Luisa Maillard y Antonio Daganzo, escritor.


 Ana María Sabugo, Lidia Andino y María Luisa Maillard







Lidia Andino, Antonio Daganzo Y María Luisa Maillard






ROSA MASCARELL, EN I.E.S. VALL DE LA SAFOR


El día 8 de marzo, para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, nuestra socia Rosa Mascarell impartió una serie de charlas sobre la AMMU y nuestra Colección de Biografías de Mujeres Relevantesen el IES Vall de la Safor en Villalonga (Valencia).

Las charlas estuvieron dedicadas a alumnos de 4º de la ESO y Bachillerato y tuvieron muy buena acogida entre los alumnos y el profesorado.



Rosa Mascarell, pintora



 IES Vall de la Safor en Villalonga (Valencia)














PRÓXIMA ASAMBLEA GENERAL DE FEMMU 2017












LA OMNIPOTENCIA ES CIEGA




En el seno de los más diversos grupos sociales observamos a personas cuya altanería desprende un sentimiento de desprecio hacia los semejantes. En realidad, se podría decir que encubren un amor desmedido por sí mismos, un lugar solitario e inseguro donde sólo se encuentran los brazos de mamá, con la ilusoria sensación de ser algo especial y único, como tal vez lo fueron para ella siendo niños.

Apoltronados en esa posición suelen decir: "es que soy la leche", o "si no lo hago yo, nadie lo hace bien", en ese falso mar de grandeza -mirando por encima del hombro- lo que ignoran es que además de nosotros hay otros con nosotros, ni inferiores, ni superiores, no siendo necesario mirar desde "arriba" si tenemos en cuenta que todos vivimos en el mismo planeta.

El modo en que se inicia esa omnipotencia nos es conocido, en una edad muy temprana es tan normal que se la considera una gracia del niño; con el correr del tiempo el pequeño admite renunciar parcialmente a esa omnipotencia y crea lo que se llama el ideal del yo. En ese ideal almacena las grandezas de aquella etapa anterior y con ellas seguirá soñando: la meta de adulto es alcanzar ese ideal. Tal propósito es para todos de por sí inalcanzable, pero en ese intento transcurre nuestra vida. Pasar de la satisfacción a la insatisfacción es entonces algo vital, primitivo, a lo que nos hemos acostumbrado desde que nacimos, por lo tanto la mera y continua satisfacción no es el ideal de un humano parlante.

En su mundo imaginario el soberbio cree que lo ha alcanzado: él es su propio ideal; hasta que la decadencia, el agobio de sobrellevar la vida como si fuera un éxito del Yo, empieza a redefinir esa realidad alterada. Es la hora del "ídolo con pies de barro", la caída del monumento de sí mismo sin encontrar (y ese es su drama) algo que sirva para continuar.
Aunque pueda atenuar ciertos estados depresivos no hay medicamento que lo cure, porque cuando su efecto cesa, seguirá sin conocer su sentido, o sin hacer aquello que se necesita para buscarlo.

Es un trastorno producido en una compleja trama de palabras y silencios que componen la vida del sujeto y, por lo tanto, es con la mediación de la palabra donde se puede decodificar "lo que no marcha bien", así las frases que pronuncie puedan unirse a otras frases y en esa articulación, no necesite mantener su pesar.

Lidia Andino Trione
Psicoanalista





CRONOLOGÍA DEL UNIVERSO














JAMES RHODES: DROGAS, ABUSOS SEXUALES... Y UN PIANO















 



El director de Manchester frente al mar, Kenneth Lonergan, nos muestra la historia de Lee Chandle (Casey Affleck), encargado de mantenimiento en unos edificios de Boston. Lee es un hombre malhumorado, siempre a punto a explotar, un solitario con actitudes autodestructivas. En la primera parte de la película se nos hace saber, de forma un tanto fatigante y morosa, que algo le pasa a Lee. Tras una  llamada telefónica anunciándole la muerte de su hermano Joe (Kyle Chndler) y la necesidad de su presencia en Manchester para hacerse cargo de su sobrino Patrick (Lucas Hedges) de 16 años, la película nos va desvelando el pasado del protagonista.

            La narración va de menos a más y está contada con exquisitez, consiguiendo dominar a la perfección los múltiples flashbacks sobre el pasado trágico del protagonista. El director evita el melodrama, no hay subrayados, no hay héroes ni villanos, no hay finales optimistas, ni consejos facilones sobre superación y redención. Es, sobre todo, una película sobre el sentimiento de culpa. Una culpa imposible de superar y que deja en el interior del protagonista un vacío oscuro que engulle toda posibilidad de reinventarse y resurgir. No quedan ni cenizas ni Ave Fénix. Solo existe un hombre con un vacío helado, igual que el paisaje que se nos muestra durante el rodaje, que se mueve por inercia y únicamente es capaz de  relacionarse con los demás de manera violenta. Lee sufre una angustia aterradora en la que quizá, solo quizá, su sobrino Patrick pueda evitar que se hunda más. Pero la película nos habla de muchas más cosas: las relaciones afectivas que se crean dentro y fuera de la familia, la pérdida, el duelo y cómo lo afrontan los diversos personajes. Y lo hace con un lenguaje austero, salpicado con toques humorísticos que alivian la tensión.

            Y sin embargo, a pesar de todo lo bueno que tiene esta película, alabada por toda la crítica sin excepción, y cuyo actor principal ha recibido el Oscar, hay algo en ella que creo no termina de funcionar y que hace que adolezca en algunas escenas de falta de verosimilitud. Pienso, a pesar de todas sus muchas virtudes, que la falta de introspección psicológica de los personajes y la existencia de un diseño prefabricado para ganar premios hacen que carezca de autenticidad y que no nos golpee de manera rotunda el drama del protagonista. No es malo que todos los elementos (humor, drama, música, fotografía, paisaje…) estén al servicio de mantener el equilibrio de la obra, lo malo está en que se note. Es como un magnífico vestido en el que se ven algunos pespuntes que unen las diferentes piezas.

Por otra parte, existe una buena interpretación de  Casey Affleck aunque muestra, en ocasiones, escasez de recursos. Sin embargo, Michelle Williams, en su papel de esposa del protagonista, está insuperable.

Película recomendable por sus muchas virtudes, pero que tiene algunos defectos de base que, al menos a mí, me dejan un sabor a impostura.

Isabel Bandrés       





PARA VER TRAILER













Un Miami de casas prefabricadas, narcotraficantes callejeros, adictos irrecuperables, calles violentas, sin olvidar el mar con su eterno oleaje y la luna cambiante, es el marco donde se desarrolla la vida de Chiron, el protagonista de esta película, un niño pobre, negro, hipersensible y homosexual. No lo tiene nada fácil este chaval de mirada atormentada y silencios pétreos que cuenta con una madre drogadicta como toda defensa para transitar por un paisaje urbano en el que el machismo arrogante parece ser la única identidad tolerada. El director Barry Jenkins compone una sensible e insólita película sobre el desamparo y sus consecuencias. La narración, utilizando varias elipsis de manera magistral, nos cuenta la infancia, adolescencia y la edad adulta del protagonista. Jenkins utiliza a lo largo de todo el metraje un lenguaje austero, sin sobrecargas, sin sentimentalismo rancio, sin estridencias, pero no carente de delicadeza y poesía. Su pulso sobrio recuerda a un documental.

            Es ésta una película, que se “ve” más que se “oye”, en la que unas imágenes potentes nos cuentan como Chiron de la mano de su protector, un traficante de droga, y de su mujer, que le aceptan, respetan y quieren, va desarrollando un caparazón para poder sobrevivir en un mundo hostil. No existe aquí una historia de evolución positiva del personaje sino un desarrollo lógico: el niño hipersensible se torna en un adulto que desarrolla una gran fortaleza física, pero mantiene la fragilidad interior que le lleva a bloquear su capacidad de comunicación y le imposibilita para escapar de las malas calles que transita.

            Este niño hipersensible convertido en un adolescente, rebelde y enamorado, abrumado por la carga que debe soportar, pasa a ser un adulto tan fuerte como quebradizo emocionalmente y que nos conmueve. El dolor que sufre late e impregna toda la película de manera sutil. Esta elegante narración carente de gestos exhibicionistas, sin alharacas, sin juicios morales, sin pretensiones logra que nos preocupemos por el protagonista y le deseemos que logre un poco de felicidad.

Los actores están muy bien dirigidos y dan vida y hondura a sus personajes. Hay que destacar el trabajo de Naomie Harries en su papel de madre del protagonista y el de Mahershala Ali como su protector.

            ¿Es una película recomendable? Sí. ¿Es una película de las que gustan a un amplio sector del público? No. Su tono documental, su fotografía que se puede calificar de realismo sucio, su sobriedad y su pulso ascético pueden no ser del gusto de muchos, sobre todo, si no se sabe bien qué se va a ver.

Isabel Bandrés

  



PARA VER TRAILER



https://www.youtube.com/watch?v=eVjyW9EJOTI










El personaje principal de esta película, Clara, es una mujer jubilada que vive a pie de playa en un edificio donde ha criado a toda su familia y que ahora es el único obstáculo para los planes de una ambiciosa constructora de edificios. La película trascurre sobre la cotidianidad de esta mujer, tan obstinada como fuerte, que no va a dejar que nadie dirija su vida. La narración acontece en Brasil, aunque podría situarse en cualquier otro lugar del mundo y nos habla del irremediable paso del tiempo, del valor emocional y no solo material de las cosas, de las desigualdades sociales, de la corrupción política y social, de los vínculos afectivos, familiares o no, y del valor de la resistencia y de la integridad.

El director, Kleber Mendoca Filho, compone una película atractiva y trascendente, pero que tiene demasiadas secuencias dialogadas: con amigos, vecinos, familia…, alargadas sin ningún fundamento; una gran duplicidad de imagen y texto; y un ritmo cadencioso, elementos todos ellos que dilatan la duración de esta interesante película sin necesidad. No es una película banal y ofrece material para la reflexión, pero una extensión injustificada, dura más de dos horas y media, lastra el interés del espectador.

El trabajo de los actores es muy bueno. Sonia Braga compone el personaje de Doña Clara de manera magnífica. Ella es Doña Clara.

Isabel Bandrés




PARA VER TRAILER




 https://www.youtube.com/watch?v=ZqzFOdJs-Fk



 


1 comentario:

  1. Es un privilegio que este blog nos transmita tantas actividades llevadas acabo o a punto de su realización, además de artículos que da gusto leer. En especial mi agradecimiento a las bellas palabras e imágenes tomadas del acto de Presentación de la biografía: "Vida de Lou Andreas-Salomé". Un abrazo

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